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A veces nos gusta ir en busca de sitios alternativos donde poder comer, huyendo un poco del estereotipo que ofrece la ciudad. Salimos sin saber dónde vamos a comer, atraídos eso sí, por el encanto de la naturaleza que ofrece el espacio natural protegido de la Sierra de La Muela, Cabo Tiñoso y Roldán.
Circulando entre sus montañas plagadas de Romero, tomillo y lavanda, pasamos por la diputación de Perín, donde nos fijamos en el Café Bar de la Asociación de Vecinos de Perín.
El bar cuenta con una terraza exterior y, lo que es mejor, dispone de un patio interior donde puedes comer con la tranquilidad de estar al aire libre en un ambiente más íntimo; además dispone de un gran salón interior.
Teníamos bastante variedad a la hora de elegir qué comer. Como entrantes, podíamos elegir calamares a la romana, varios tipos de tortilla, croquetas, sangre frita, ensaladilla, empanadillas, queso fresco, etc.
Y como platos más contundentes, teníamos callos de cordero, michirones, carrilleras, caldos con pelota, caracoles, etc.
Al final, pedimos varios platos al centro. La tortilla de guisantes estaba muy buena, nos gustó mucho. Las croquetas eran de jamón y huevo. También pedimos un plato de migas. No pudieron faltar los michirones, tiernos y picantes, como debe ser. El caldo de pelota, estaba muy sabroso y, con el frío que últimamente está haciendo, sienta de miedo.
Y así comimos los 4, por unos 25€ en total. En un lugar tranquilo, dentro un espacio natural que cada día nos sorprende más y más. Las rutas que se pueden hacer por aquí, son increíbles.
Buscábamos algo diferente y tranquilo y lo hemos encontrado en Perín, en el bar de la Asociación de Vecinos de esta diputación cartagenera.
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