En el corazón de Cartagena, donde la historia late bajo cada piedra, el Anfiteatro Romano comienza a mostrar su rostro. No de golpe, ni a toda prisa. Lo hace como despiertan los gigantes: poco a poco, entre escombros, hallazgos y sueños. Y ahora, por primera vez en siglos, los ciudadanos y visitantes podrán asomarse a ese despertar.
La Junta de Gobierno local ha dado luz verde a un proyecto que permitirá algo inédito: visitar el Anfiteatro mientras aún se excava. No se trata solo de mirar ruinas, sino de vivir la arqueología en tiempo real, ver cómo se recupera un coloso de la antigüedad. Para hacerlo posible, se instalará un pabellón provisional de visitantes que servirá como acceso y centro de interpretación durante las obras.
El edificio, diseñado por los arquitectos Andrés Cánovas y Nicolás Maruri, será ligero, desmontable y respetuoso con el entorno. Se ubicará frente al Anfiteatro, en el espacio abierto del antiguo “anfiteatro de autopsias”, y su altura no superará la base de piedra del entorno para evitar interferencias visuales con los edificios históricos cercanos.
Fabricado con paneles hidrófugos, madera y elementos metálicos, el pabellón incluirá un aseo adaptado, un área de venta, espacio para almacenamiento y zonas ajardinadas. Será una estructura temporal, pero también acogedora y funcional, que permitirá mantener vivo el relato del yacimiento mientras se desarrolla el proyecto arqueológico.
“Queremos que nuestros visitantes no solo vean la historia, sino que la vivan. Que comprendan cómo se trabaja en su recuperación y que acompañen cada paso del proceso”, ha explicado la alcaldesa, Noelia Arroyo. Y es que, aunque completar el proyecto del Anfiteatro llevará varios años, el interés ya está servido.
Actualmente se está ejecutando la fase III del plan, con un presupuesto de un millón de euros, cofinanciado por el programa 1,5% Cultural del Ministerio de Transportes (MITMA) y el Ayuntamiento. Esta etapa incluye excavaciones en el graderío, restauraciones de estructuras del siglo I y la apertura de un recorrido accesible a través de la antigua calle Doctor Fleming.
Pero la maquinaria no se detiene. Este mes se ha adjudicado la ambiciosa fase IV, con más de 2,3 millones de euros, que se centrará en recuperar el cuadrante noroccidental del Anfiteatro y la portada principal, así como parte de la Plaza de Toros, cuyos muros dialogan con el monumento romano. Las obras las llevará a cabo la empresa Construcciones María García Martínez, con un plazo estimado de 18 meses. La dirección de obra, por su parte, ha sido contratada por 250.000 euros.
Este complejo proceso forma parte del Plan Director del Anfiteatro Romano de Cartagena, un documento que guía los pasos hacia la excavación completa, restauración y musealización del yacimiento. Un trabajo de largo recorrido que, sin embargo, ya empieza a dar sus frutos.
Cartagena no solo excava su pasado: lo ofrece, lo comparte y lo convierte en experiencia. El anfiteatro, testigo dormido de luchas y espectáculos, resurge ante nuestros ojos. Y ahora, por fin, el público podrá ser parte de su resurrección.


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