Cuando cae el sol sobre Cartagena en la esperada Noche de los Museos 2025, la ciudad se transforma. Las antiguas calles del casco histórico brillan con una nueva luz y un bullicio especial invade cada rincón. Familias, parejas, grupos de amigos y visitantes de todas partes comienzan a llenar las plazas; en sus rostros se refleja la emoción de una noche que promete ser mágica. El aire templado de mayo, típico del clima mediterráneo, acaricia suavemente mientras los aromas salinos del cercano mar se mezclan con el olor a comida que escapa de los bares. Cartagena late con fuerza: es la gran fiesta de su patrimonio, una ocasión única en la que cultura, gastronomía y tradición se dan la mano bajo un manto de estrellas.
La Noche de los Museos se ha consolidado como uno de los eventos culturales más importantes de Cartagena. En esta decimoséptima edición, la ciudad ha superado todas las expectativas con cifras récord: más de 200 actividades culturales gratuitas repartidas a lo largo de la noche y la apertura de más de 60 museos y espacios emblemáticos hasta bien entrada la madrugada. Desde las 7 de la tarde y hasta la 1 de la mañana, Cartagena se convierte en un gigantesco museo vivo. Las fachadas de sus edificios históricos se iluminan, las calles se vuelven peatonales y seguras para los paseantes, y cada esquina ofrece una sorpresa diferente. Decenas de miles de personas se esperan este año, dispuestas a sumergirse en un recorrido cultural sin precedentes. No es solo una noche de museos: es una celebración colectiva de la cultura que envuelve a toda la ciudad en un ambiente alegre y cosmopolita. Ya entrada la noche, es fácil maravillarse con el panorama urbano: colas animadas frente a los museos más populares, guías vestidos de época esperando a grupos junto a monumentos, niños correteando, y turistas sorprendidos de encontrar Cartagena tan despierta y animada a esas horas. Se escuchan conversaciones en varios idiomas, una muestra de que este evento atrae también a visitantes internacionales que aprovechan la ocasión para descubrir la riqueza cartagenera. Y es que Cartagena, ciudad trimilenaria, despliega con orgullo sus tesoros históricos en una noche especial donde pasado y presente dialogan a la vista de todos.
El gran protagonista de la velada es, sin duda, el patrimonio local. Durante la Noche de los Museos 2025, prácticamente todos los museos y centros culturales de Cartagena abren sus puertas de par en par, con entrada libre y gratuita. Lugares icónicos como el Museo del Teatro Romano, el Museo Nacional de Arqueología Subacuática (ARQVA) o el Museo Naval reciben visitantes más allá de su horario habitual, ofreciendo una perspectiva distinta de sus colecciones bajo la luz tenue de la noche. Visitar el imponente Teatro Romano iluminado es una experiencia sobrecogedora: las piedras milenarias, que han presenciado la historia de la ciudad, parecen cobrar vida con la afluencia de gente y las explicaciones apasionadas de los guías. A pocos pasos, en el Barrio del Foro Romano, las ruinas arqueológicas se pueden recorrer con visitas guiadas especiales, transportándonos a la época en que Cartago Nova era una vibrante colonia romana. No solo los museos céntricos se suman a la fiesta; también participan espacios culturales de barrios y diputaciones del municipio. Por ejemplo, la Casa del Folclore de La Palma y el Museo Etnográfico de los Puertos de Santa Bárbara exhiben las tradiciones rurales, acercando a los visitantes a la vida y costumbres del campo cartagenero. En el Museo del Vidrio, maestros artesanos realizan demostraciones de soplado de vidrio en vivo, y como novedad este año, un luthier local muestra cómo se construye una guitarra artesanalmente, dejando a todos asombrados con la delicadeza de su oficio. Cada sala, cada patio y cada rincón museístico se llena de gente curiosa: desde aficionados al arte hasta familias con niños pequeños que descubren por primera vez estos lugares. Y lo más importante, todos son bienvenidos. La apuesta por la accesibilidad es clara: en muchos museos se han organizado visitas adaptadas para personas con discapacidad visual e intelectual, con guías especializados y material en lectura fácil, de modo que nadie se quede sin disfrutar. A la entrada de varios museos se ven voluntarios sosteniendo banderolas con el símbolo de accesibilidad universal, listos para acompañar directamente al interior a quien lo necesite, evitando esperas en cola. Esta noche inclusiva y sin barreras refleja el compromiso de Cartagena por hacer de la cultura un bien común, al alcance de todos.
Si los museos son el alma histórica de la Noche de los Museos, los espectáculos al aire libre aportan la alegría y la sorpresa en cada momento. Este 2025, la programación artística de calle es más impresionante que nunca. Entre los eventos más esperados destaca “El Viaje de Moby Dick”, una experiencia inmersiva de gran formato que recorrerá el centro urbano. Una gigantesca figura inspirada en la famosa ballena blanca avanzará en un pasacalle desde la Plaza del Icue, serpenteando por las calles principales hasta llegar a la explanada del puerto. Luces de colores, efectos de sonido marino y fogonazos acompañarán esta performance itinerante, dejando boquiabiertos a niños y adultos. No muy lejos de allí, en las plazas y avenidas, la ciudad entera se convierte en un escenario. En la Plaza de San Francisco suenan ritmos contagiosos: tal vez un grupo local de jazz fusionado con flamenco, o una banda de rock sinfónico, parte de los múltiples conciertos en vivo programados. De repente, en una esquina cercana, un destello de fuego capta la atención: es un espectáculo de danza con malabares de fuego, trazando destellos en la oscuridad. Frente a las escalinatas de un edificio histórico, un grupo de actores recrea una lucha de gladiadores romana con espadas y escudos, arrancando aplausos del público. También hay espacio para la fantasía y la ilusión: magos ambulantes se mezclan entre la multitud realizando trucos a pocos centímetros de los espectadores, provocando risas de incredulidad y asombro. Los amantes de la música clásica pueden dirigirse a algún patio interior donde una orquesta de cámara interpreta piezas barrocas bajo la luz de las velas. Y quienes prefieren ritmos modernos encuentran DJs animando con música electrónica algún rincón contemporáneo. Cartagena vibra con cada manifestación artística: desde bailes folclóricos espontáneos hasta expresiones urbanas como el breakdance o el teatro improvisado. Cada calle ofrece algo distinto, convirtiendo el paseo en un continuo descubrimiento. A las 00:30, el cielo de Cartagena se ilumina con un castillo de fuegos artificiales. Las palmeras de luz, los destellos multicolores y el estruendo festivo se reflejan sobre las aguas del puerto, creando un cuadro inolvidable. Es el broche de oro para una noche llena de arte.
Una de las grandes virtudes de la Noche de los Museos es que no se limita a visitas libres, sino que incluye numerosas rutas guiadas y visitas temáticas que permiten descubrir facetas menos conocidas de la ciudad. Este año, los organizadores han ampliado el número de rutas hasta alcanzar 2.060 plazas repartidas en decenas de recorridos diferentes. Desde semanas antes, muchos se apresuraron a reservar su plaza sabiendo que estas visitas son muy demandadas. Algunas rutas llevan a descubrir la Cartagena más oculta. Se organizan recorridos nocturnos por fortificaciones y murallas, revelando pasadizos y baluartes que en la penumbra adquieren un aura misteriosa. Otros itinerarios proponen un viaje en el tiempo por las diputaciones de Galifa y El Portús, acercando al visitante al patrimonio natural y las tradiciones pesqueras y mineras. También hay visitas a templos religiosos emblemáticos, como la Basílica de la Caridad. Este año se suman nuevos espacios como el Palacio de Capitanía, que abre sus salones y patios al público, y la Asamblea Regional, que permite recorrer el hemiciclo y conocer su historia. La sede local de la ONCE participa con una exposición sensorial que invita a tocar el arte y descubrirlo de una forma distinta. La Iglesia del Carmen se incorpora con recitales de órgano y vitral iluminado, mientras que Studio 2020 ofrece arte contemporáneo y videoinstalaciones en un entorno patrimonial. Junto a estos nuevos escenarios, regresan lugares tradicionales como los Molinos de viento del campo de Cartagena, el Pozo Artesiano de los Díaz o el Centro de Artesanía, donde los oficios antiguos vuelven a cobrar vida. Todo se transforma en un viaje a las raíces culturales de la comarca, concentrado en una sola noche.
La programación de la Noche de los Museos 2025 también presta especial atención a los más jóvenes. Con Cartagena como Ciudad Amiga de la Infancia, se han preparado más de 30 actividades infantiles y juveniles, desde talleres creativos hasta juegos científicos y observaciones astronómicas. En el Museo Arqueológico Municipal, niños y padres comparten el taller “Libro de Artista”, creando su propia obra en papel. En otro punto, adolescentes participan en un taller de drones y nanotecnología, volando pequeños dispositivos o explorando el mundo de las nanopartículas. Desde el Cuartel de Antigones, telescopios apuntan al cielo para descubrir los cráteres de la Luna o los anillos de Saturno. También hay cuentacuentos, talleres de fósiles y mosaicos, y visitas teatralizadas diseñadas para niños. Con sus mapas de actividades en mano, los pequeños recorren los museos sellando su paso como si se tratase de una búsqueda del tesoro. Y lo mejor es que, sin saberlo, están aprendiendo a amar la historia y el arte de su ciudad.
Entre actividad y actividad, la gente encuentra también tiempo para disfrutar de la gastronomía local. El centro histórico despliega sus terrazas y los aromas de la cocina mediterránea se mezclan con el bullicio festivo. Se degustan tapas cartageneras, calamares a la plancha, marineras, y el clásico asiático. En una edición que apuesta por unir cultura y sabor, se estrena la ruta “Cartagena a través de sus sabores”, donde un guía conduce a los visitantes por los sabores históricos de la ciudad, desde el garum romano hasta las recetas marineras actuales. Panaderías centenarias, bodegas familiares y pastelerías tradicionales abren hasta tarde para ofrecer pequeñas degustaciones. Mientras unos toman un vino, otros disfrutan de un helado bajo la luna, sentados en los bancos del puerto o paseando por las callejuelas iluminadas. La brisa del mar, la temperatura suave y el ambiente relajado completan una experiencia que apela a todos los sentidos.
Al final de esta intensa jornada, Cartagena se acuesta tarde pero feliz. La Noche de los Museos 2025 habrá dejado huellas imborrables: la imagen de la ballena gigante en la calle Mayor, la emoción de pisar el Teatro Romano, el sabor de una tapa compartida con amigos, la risa de un niño ante un experimento, o el aplauso final tras los fuegos artificiales. Es una celebración que refuerza el vínculo de la ciudadanía con su patrimonio y convierte a la cultura en un acto compartido. El éxito del evento es posible gracias al esfuerzo colectivo de instituciones, voluntarios, artistas y un público entusiasta. Cartagena demuestra, una vez más, por qué es un referente cultural en la región. Por una noche, sus museos, calles y monumentos se convierten en escenarios de ensueño. Quien la vive, entiende por qué esta ciudad vibra cada mayo, celebrando su historia con alegría, orgullo y la certeza de que el mejor futuro es el que se construye con cultura. Una noche en la que Cartagena brilla con luz propia bajo el cielo estrellado, invitándonos a soñar despiertos entre arte e historia.

Deja tu reseña

Puntuación
Reseña
No hay reseñas todavía. Sé el primero en escribir una.