En la tarde de ayer, la Agrupación de la Virgen de la Soledad del Consuelo de la Cofradía del Socorro ha organizado la tradicional Eucaristía con motivo de la festividad de Nuestra Señora de Consolación, que todos los años la Iglesia Católica celebra el 4 de septiembre.
La Santa Misa ha comenzado a las ocho de la tarde en la Iglesia de San Fulgencio, siendo oficiada por el Padre Lázaro Gomáriz López, capellán de la Cofradía quien, en su homilía, ha explicado el significado de las dos palabras de esta advocación mariana: “Soledad, hay que acordarse de las personas que viven en soledad, sobre todo de los ancianos; y Consuelo, dado que la Stma. Virgen es el verdadero consuelo para los que se encuentran solos”.
En la Eucaristía se ha pedido por la pronta recuperación del párroco de San Fulgencio, D. Miguel Solana, que actualmente se encuentra en un delicado estado de salud.
Durante la celebración litúrgica, el coro de la parroquia ha interpretado las canciones ‘Hágase’, ‘Canta aleluya’, ‘Es mi cuerpo’, ‘Santo de Haendel’, ‘Cordero de Dios’ y ‘Volverás’. Al finalizar, se ha entonado la ‘Salve’.
La Santa Misa ha estado presidida por la imagen de la Virgen de la Soledad del Consuelo, situada junto al altar mayor del templo. Fue realizada por el escultor José Antonio Hernández Navarro y se estrenó en el año 2003.
El presidente de la agrupación, Enrique Blaya, ha explicado que “esta Eucaristía cierra los tres cultos que nuestra agrupación realiza para honrar la Soledad del Consuelo durante el año: el acto litúrgico de los Siete Dolores que se celebra en la Semana de Pasión durante la Cuaresma, la Santa Misa que todos los años se realiza con motivo del mes de Mayo (mes de María) y la Eucaristía celebrada hoy”.
A la Santa Misa han asistido el Presidente de la Junta de Cofradías y Hermano Mayor de la Cofradía del Cristo del Socorro, Javier Pavía; el Procesionista del Año y Hermano Mayor Honorario de dicha cofradía, Manuel Martínez Guillén; la Nazarena Mayor, María Isabel Zamora; el presidente de la Agrupación del Cristo del Socorro, José Damián Catalá; el Hermano Mayor de la Cofradía de la Virgen de la Soledad del Monte Calvario, José Antonio García Armero; la presidenta de la Junta de Damas de la Cofradía, María de la Consolación Pavía; y la vicepresidenta de la Junta de Damas de la Agrupación, María Dolores Conesa; entre otros cofrades.
La festividad de Nuestra Señora de Consolación proviene del carácter consolador que la Virgen María manifestó hacia Santa Mónica, quien encontraba el consuelo en sus continuas oraciones hacia la María para que su hijo Agustín se convirtiese al cristianismo.
La Virgen se le apareció a Santa Mónica vestida de negro y ceñida con una correa del mismo color, diciéndole: “Mónica, hija mía, éste es el traje que vestí cuando estaba con los hombres después de la muerte de mi hijo. El mismo vestido llevarás tú en señal de tu devoción hacía mí”.
La alegría de Santa Mónica fue muy grande al escuchar aquellas palabras. Alegría que llegaría a su culmen con la conversión de su hijo Agustín, quien llegó a ser Obispo de Hipona, al fallecer fue canonizado Santo y, posteriormente, proclamado Doctor de la Iglesia.
En la actualidad, el principal tempo del mundo consagrado a esta advocación mariana es el “Santuario de la Virgen de la Consolación” o “Santuario della Consolata” en idioma italiano, situado en la ciudad de Turín (en la Región del Piamonte, Italia).
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