En la esquina de la calle Valle Inclán con la calle Félix Martí Alpera, en Ciudad Jardín, encontramos el restaurante de comida mexicana y americana Mr. Yofri’s.
El local, que es su día estuvo ocupado por el restaurante argentino El Rancho y después por la Trattoria italiana Casa Azzurri, es amplio con varios comedores que ofrecen al comensal una experiencia acogedora.
Teníamos ganas de probar la comida de este restaurante, ya que cuando estuvimos hablando con ellos para publicar el artículo anunciando su traslado desde Santa Ana hasta este lugar en Ciudad jardín, y nos estuvo hablando de su cocina, guardamos en un rincón de la memoria la tarea de comer aquí y comprobar de primera mano aquello que en aquel noviembre de 2022 nos comentó el gerente.
Después de echar un vistazo a la carta, pedimos como entrante unas alitas búfalo. El plato viene con ocho alitas aderezadas con una salsa barbacoa semi picante con base de patas fritas.
Después de las alitas pasamos directamente a los principales. Un perrito caliente americano compuesto por un pan brioche, salchicha Frankfurt, mozzarella, beicon, patatas paja, cebolla crujiente, y con una salsa casera y otra barbacoa. El perrito viene acompañado por sus correspondientes patatas fritas.
Más o menos es lo que esperas de un perrito caliente, una conjunción de sabores con un toque crujiente de la cebolla frita junto con las patatas paja, la cremosidad de las salsas junto con la textura del queso hace que una salchicha, que normalmente su sabor no es relevante, cobre un protagonismo que jamás tendría de ir sin acompañamiento. Nos recordó, sutilmente, a aquellos perritos que llegaron a servir a principio de los 2000 en la cafetería Ecus, actualmente cerrada.
También pedimos unos tacos de cochinita pibil. El plato viene con tres tacos de tortilla de trigo rellenos de cochinita pibil, cebolla morada y mayonesa de jalapeño.
La cochinita pibil es carne de cerdo que se prepara marinando carne en achiote y jugos cítricos, usualmente naranja agria, lo que le da un color rojo vibrante y un sabor ácido. La carne marinada se envuelve en hojas de plátano y se cocina lentamente, tradicionalmente enterrada en un horno de tierra llamado “pib”. Este método de cocción le imparte un sabor ahumado y suave a la carne, que se deshebra fácilmente.
Los tacos son acompañados por patatas fritas y una especia de pico de gallo. Tacos con gran sabor fresco y descarado que hace que quieras probar seguir comiendo otro, quizá un cuarto taco haría más atractivo el plato.
De las hamburguesas que hay en la carta, nos decidimos por la hamburguesa de cuatro quesos. 250gr de carne de buey que hace de base para los quesos de cabra, mozzarella, gouda y chédar terminando el puzle con rúcula, cebolla caramelizada y mermelada de tomate, todo esto acotado por un pan negro que le da un aspecto extraño resaltando, de alguna manera, los ingredientes de la hamburguesa. El plato viene con sus patatas fritas y una salsa ranchera, ya sea para mojar en ella las patatas o verterla en la hamburguesa.
La combinación de quesos junto con la mermelada de tomate le da un toque agridulce agradable, además la cebolla caramelizada junto con los jugos que la carne desprende al ser mordida hace que se potencien los sabores y mantiene el interés en devorar el plato en cada bocado.
La carta cuenta con un menú infantil donde puedes elegir entre tres propuestas. Perrito clásico, tiras de pollo Kentucky o una hamburguesa clásica.
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