La mañana en la Comisión Informativa de Hacienda e Interior dejó un retrato complejo —pero revelador— del pulso económico del Ayuntamiento de Cartagena. Bajo la presidencia del concejal del Área, Ignacio Jáudenes, se dieron a conocer los informes de Intervención y Tesorería relativos a la ejecución presupuestaria a 31 de octubre de 2025, junto al resumen anual de los controles internos. Sobre la mesa, un mensaje claro: las cuentas muestran una tendencia de mejora, aunque no exenta de sombras ni de advertencias técnicas.
Jáudenes defendió con detalle el informe correspondiente al tercer trimestre de 2025, donde se refleja una corrección notable del desequilibrio arrastrado del ejercicio anterior. El Ayuntamiento ha logrado reducir en más de 3,6 millones de euros el déficit con el que se cerró 2024 y recortar cerca de 4,8 millones de deuda financiera desde que comenzó el año. La fotografía comparada es elocuente: la necesidad de financiación consolidada ha pasado de los 5 millones de euros al cierre de 2024 a 1,37 millones en el tercer trimestre de 2025, una mejora superior al 72 %.
El ejercicio había arrancado con buenas señales. La rectificación del primer trimestre mostraba un superávit consolidado de más de 1,5 millones de euros. Sin embargo, los trimestres siguientes volvieron al terreno negativo. Aun así, la necesidad de financiación permanece lejos de los niveles del pasado año, situando al Ayuntamiento más cerca del equilibrio que de la quiebra del ciclo anterior.
También el endeudamiento ofrece una lectura favorable. La deuda financiera ha caído por encima del 8 %, pasando de 58,6 a 53,8 millones de euros en apenas nueve meses. La deuda comercial —la asociada a convenios de pago aplazado— apenas se ha movido, aunque mantiene una leve tendencia descendente. En conjunto, ambos capítulos continúan por debajo del límite estatal del 75 % de ingresos corrientes liquidados.
Otro indicador clave, el periodo medio de pago a proveedores, se mantiene dentro de los márgenes legales. En el tercer trimestre de 2025, los pagos se situaron entre los 10 y los 18 días, lejos del máximo de 30 que fija la normativa sobre morosidad y en línea con los plazos del final de 2024.
Pero no todo fueron luces durante la sesión. El portavoz socialista, Pedro Contreras, cargó con dureza contra la presentación del informe fuera del orden del día, pese a que —según aseguró— la documentación ya estaba disponible desde días antes. Para Contreras, los datos no deben interpretarse con optimismo: revelan, dijo, “una situación económica difícil” que obliga a revisar la autocomplacencia del Gobierno municipal.
A estas críticas se sumaron las advertencias del informe de Intervención, que pide planificación rigurosa en las contrataciones antes de su caducidad, la actualización del inventario de bienes municipales —sin revisar desde 2019— y un refuerzo en el control de la recaudación de las tasas de basuras gestionadas por la concesionaria del agua. El concejal socialista insistió en que estos señalamientos evidencian “la precariedad del funcionamiento económico municipal”, una idea que dejó flotando en la sala.
La sesión concluyó con un punto de consenso: la Comisión dictaminó favorablemente, por unanimidad, que el nuevo concejal y portavoz del Grupo Mixto de Sí Cartagena, Juan Pedro Torralba, pase a tener dedicación exclusiva e incorpore su representación en diversos organismos municipales. Una decisión unánime en un día marcado, paradójicamente, por las discrepancias sobre la salud real de las cuentas públicas.
Así, la economía municipal avanza entre pasos firmes y reproches políticos, entre cifras que mejoran y estructuras que necesitan corrección. Un equilibrio delicado que, como quedó claro, seguirá siendo objeto de escrutinio en los próximos meses.
