El gran empresario cartagenero Pedro Martínez, es propietario de las Bodegas Baigorri (que en vasco significa “río rojo”) y hace referencia a las aguas del río Ega que bordean el despoblado por el oeste. Baigorri, antigua villa de Navarra, que ahora es un despoblado que pertenece al municipio de Oteiza de la Solana, dentro del partido judicial de Estella. Es una espectacular y moderna bodega con una planta en superficie y otras siete subterráneas, en las que se puede seguir el proceso de elaboración de sus caldos. Fue fundada en 1997 por el arquitecto Iñaki Azpiazu. Con un escenario único rodeado de viñedos. Todos los vinos que elaboran de gran calidad y personalidad proceden de sus propios viñedos. Su seña de identidad es el esfuerzo, el trabajo diario y la perseverancia, combinando vanguardia y tradición buscando la mejora continua en sus procesos, buscan la excelencia tratando cada cosecha como un reto para seguir perfeccionando sus vinos, poniendo toda la pasión desde el comienzo para continuar el reto y teniendo siempre presente la calidad en todo lo que hacen, en la tierra, en la bodega y en el vino. Es un proyecto que les une como familia y como equipo y bien que lo consiguen.
El amigo Pedro, en su singular bodega cada año en el mes de agosto, convoca una cita ineludible con las Perseidas para disfrutar de una velada mágica de estrellas, música y enogastronomía. En la Sierra de Cantabria, la bodega pone a disposición de los asistentes su mirador de cristal para disfrutar del atardecer y, más tarde, del firmamento estrellado durante las Lágrimas de San Lorenzo. Desde la observación del firmamento con una velada en la que se disfruta de un espectáculo de magia y música, junto con una charla para entender mejor el firmamento y el fenómeno de las Perseidas. Con este encuentro cada 10 de agosto se consolida esta cita con el cielo desde esta bodega tan especial como es Baigorri, que con su arquitectura única permite descubrir también el asombroso milagro del vino, usando la gravedad natural de la bodega, que está construida sobre la colina, manteniendo su compromiso con la sostenibilidad y la tierra que se hace patente desde el cultivo hasta la elaboración de sus grandes vinos.
Con la colaboración de la Eusko Jaurlaritza (Gobierno Vasco) Turismo, Merkataritza Eta Kontsumo Saila y Euskadi Basque Country, disfrutan de unos rincones gastronómicos y showcooking en directo,con singularidades como estas, Caldito hecho en casa con estrellas: Txupito de crema de Marte – el planeta rojo: tomate de caserío al estilo AOVE Eusko Label Arróniz. Espirales Cósmicos: Canutillos de pan de miel de pescados y langostinos salvajes, lechuga y mayonesa de limón. Baile estelar de: Banderillas mini, gildas y minibrochetas cigarreras. Mini cápsulas herméticas de cuajada de foie de la montaña con compota de manzana antigravedad. Rocas de croquetas artesanas de jamón en hueveras de porcelana. Rocas de croquetas artesanales de chuletón a la brasa. MInis saturnos de hamburguesas de euskal Txerri con queso y aderezos. Montaditos de bocado surtidos de Abadía adornados con figuras astrales. Ceres, el planeta más enano, calentito y relleno de energía (tomate, foie y jamón iberico). Explosión de sabores: huevos rotos rellenos de crema de setas de temporada, trufa de la montaña alavesa y con su yema. Emparedados minis de Azkoien con jamón de cerdo de caserio cocido en casa, lechuga, tomate y salsa mahonesa riojana. Todo ello regado con Baigorri blanco, Baigorri rosado y Baigorri rosado Edición Especial Lagrimas de San Lorenzo. Para endulzar la entrada a la buena música de Demode Quartet, bocados dulces: Planetas crujientes rellenos de cremoso de queso con coulis de Baigorri y fresaraba. Meteoritos-Chuchitos variados y pastelitos de bocado.
Una singular fiesta con extraordinaria buena gente, en La Rioja Alavesa pero con apellido cartagenero y ya consolidado en el mundo de los buenos vinos y con eventos tan singulares como este. Termino con una reflexión: “Algunos seres humanos se suavizan con la edad, como el vino; pero otros se agrian, como el vinagre”. Tomemos nota y a por el buen vino siempre.