Cartagena volvió a sentirse orgullosa este viernes 24 de octubre. En el restaurante Alviento, frente al mar que tantas veces ha sido testigo de los grandes momentos de la ciudad, el Jimbee Cartagena recibió el premio Cartagenero del Año 2024, un galardón que entrega la Asociación Cartagena Futuro y que, en esta ocasión, encontró el destinatario perfecto: un club que ha hecho de la pasión, el esfuerzo y la ilusión su bandera.
La alcaldesa Noelia Arroyo, visiblemente emocionada, destacó que el Jimbee “está escribiendo una de las páginas más brillantes en la historia del deporte de la ciudad”. Y no le falta razón. Dos Ligas, dos Supercopas y un histórico tercer puesto en Europa son argumentos de peso para entender por qué el equipo melonero ha traspasado las fronteras de Cartagena, llevando su nombre a pabellones de toda España y del continente. “Cada uno de sus títulos abre la puerta a nuevos sueños y demuestra que el trabajo, la ilusión y el talento siempre acaban triunfando”, añadió la regidora, que quiso subrayar también el papel del cuerpo técnico, de los jugadores y de una directiva que ha sabido construir un proyecto sólido, con visión y compromiso, pero sobre todo con amor por la ciudad.
Tampoco faltaron palabras de agradecimiento a una afición que ha convertido el Palacio de Deportes en un hervidero de energía y esperanza. “Han creído siempre, incluso cuando parecía imposible”, recordó Arroyo, antes de señalar que el Ayuntamiento ha invertido cerca de un millón de euros en mejoras del recinto, con una nueva iluminación más eficiente que comenzará a instalarse la próxima semana.
El premio Cartagenero del Año es, más que un reconocimiento, una forma de decir “gracias”. Gracias a quienes hacen que el nombre de Cartagena suene con fuerza, ya sea sobre un escenario, en un laboratorio o, como en este caso, sobre un parqué donde once jugadores hacen soñar a toda una ciudad.
Y mientras en Alviento se cerraba la noche entre aplausos y orgullo, el Jimbee ya pensaba en su próxima meta: la gira europea que lo llevará a Polonia, donde volverá a defender los colores de Cartagena. Porque este equipo no solo gana partidos; gana corazones. Y cuando el balón rueda, toda la ciudad rueda con él.






