Cartagena ha inaugurado oficialmente la Navidad con uno de esos momentos que cada año encienden la emoción colectiva: la apertura del Belén Municipal en la plaza San Francisco. Esta vez, la sorpresa ha ido más allá de la tradición. El nuevo montaje estrena estructura y presenta como foco visual una escenografía del Portal resguardada por un molino salinero, erguido sobre una detallada reproducción a escala de las Salinas de Marchamalo. Un guiño directo a la identidad local que convierte al conjunto en una pieza única.
El Belén, que abarca escenas desde la Anunciación hasta la llegada de los Reyes Magos, reúne alrededor de 700 figuras seleccionadas y creadas por las asociaciones de belenistas de Cartagena y Fuente Álamo. Ellos han dado forma a la ambientación y al montaje, logrando que cada rincón respire el esmero y el cariño que exige una tradición que, año tras año, sigue viva gracias al trabajo artesano.
La edición de este año llega cargada de novedades: la recreación de las antiguas Puertas de Madrid, una nueva Anunciación con escenografía renovada, el Teatro Circo Apolo de El Algar reinterpretado como bodega, y las reproducciones de Villa Milagros y del barrio del Foro Romano. Además, el Belén incorpora un homenaje muy especial a los bolos cartageneros tras su reciente declaración como Bien de Interés Cultural.
La inauguración oficial tuvo lugar este sábado 6 de diciembre, presidida por la alcaldesa Noelia Arroyo, en un acto que incluyó la bendición del conjunto y la actuación del coro infantil del CEIP Virgen del Carmen. Durante su intervención, Arroyo subrayó la importancia de la ruta de los belenes, integrada este año por 24 instalaciones repartidas por toda la ciudad, desde el Belén Municipal y el nuevo belén a tamaño real en las Puertas de Madrid, hasta el del Palacio Consistorial y los que se abren en barrios y diputaciones. “La tradición belenista forma parte de nuestra cultura y queremos que todos puedan conocerla y disfrutarla. Por eso, vamos a seguir apostando por esta costumbre”, afirmó.
También el artesano Salvador Navarro, responsable de la escenografía general, destacó la implicación municipal y el deseo de que cualquier visitante pueda reconocer, en cada detalle, un pedazo de Cartagena. Tras la bendición del capellán de la Cofradía del Resucitado, el Belén abrió sus puertas al público. Entre los primeros visitantes estuvieron la propia alcaldesa, acompañada de la alcaldesa de Fuente Álamo, Juana Pérez, representantes de las asociaciones belenistas y varios concejales.
La Ruta de los Belenes 2025-2026 ofrece un recorrido diverso y accesible que se extenderá desde finales de noviembre hasta mediados de enero. El Belén Municipal permanecerá abierto de 10.00 a 22.00 hasta el 6 de enero, mientras que el belén a tamaño real de las Puertas de Madrid podrá visitarse del 12 de diciembre al 6 de enero durante todo el día. Junto a ellos, el belén del Palacio Consistorial y el de la Asamblea Regional —abierto del 4 de diciembre al 8 de enero— completan la oferta institucional.
Las asociaciones y parroquias también vuelven a tener un papel central: el belén de El Albujón (25 diciembre–6 enero), el de la Real Sociedad Económica (5 diciembre–8 enero), el de la Asociación Belenista El Buen Pastor en La Aparecida (7 diciembre–15 enero) o el del ADC Pinacho en Santa Lucía (7 diciembre–6 enero) figuran entre los más visitados. A ellos se suman propuestas como el belén de Los Díaz de Galifa, que permanecerá abierto 24 horas del 14 de diciembre al 11 de enero, el de El Corte Inglés (21 noviembre–5 enero) y los de numerosas parroquias —Santa María de Gracia, San Diego, San Fulgencio, San Pablo, Santo Domingo, el Carmen o Los Urrutias— que, como cada año, mantienen viva la esencia de estas fiestas.
Con esta ruta, Cartagena se reafirma en su compromiso por preservar una tradición que no solo decora la Navidad, sino que la explica: una celebración que encuentra en las escenas de sus belenes un reflejo cercano, reconocible y profundamente suyo.











