El eco de las grandes ocasiones resonó este 9 de diciembre en el Palacio Consistorial de Cartagena. Allí, bajo la luz solemne de sus lámparas y el murmullo atento de un público que sabe valorar lo propio, la artista murciana Ruth Lorenzo recibió el nombramiento como embajadora de los centros de buceo de la Región. Un gesto simbólico, sí, pero también una declaración de intenciones: la unión entre una voz internacional y un patrimonio submarino que no deja de crecer en prestigio, belleza y compromiso ambiental.
La alcaldesa Noelia Arroyo fue la encargada de presidir un acto que tuvo algo de celebración íntima y algo de anuncio de futuro. Sus palabras, cargadas de cercanía y convicción, subrayaron la relación de Lorenzo con el mar y su afinidad con una ciudad que la recibe como aliada. “Contar con tu voz y tu imagen para promocionar lo mejor de Cartagena es una suerte y un orgullo”, expresó la regidora, recordando que este municipio no solo mira al mar: convive con él, lo estudia, lo protege y lo convierte en motor turístico y cultural.
Arroyo no eludió un mensaje clave: Cartagena es hoy uno de los referentes del buceo en Europa. Con dos reservas marinas –Cabo de Palos-Islas Hormigas y Cabo Tiñoso– y un ecosistema diverso que ha resistido gracias al cuidado colectivo, la ciudad se apoya en 18 centros de buceo que mantienen viva una actividad que atrae, emociona y educa. “El submarinismo es esencial en nuestra estrategia turística. Nuestros fondos marinos y la experiencia completa que rodea al visitante nos sitúan en un lugar de excepción”, afirmó.
Cuando llegó el turno de Ruth Lorenzo, su intervención tuvo algo del sincero testimonio de quien ha vivido lo que cuenta. Con la serenidad de quien conoce las profundidades y la pasión de quien defiende lo necesario, recordó cómo ha sido testigo del crecimiento de Cabo Tiñoso desde que fue declarado espacio protegido. “He visto con mis propios ojos los frutos de conservar un entorno. Quiero usar mi imagen para dar visibilidad a la importancia de respetar nuestros fondos y promover un turismo responsable”, dijo. Sus palabras no sonaron a compromiso puntual, sino a propósito duradero.
El futuro de este nombramiento ya empieza a tomar forma. Lorenzo adelantó varias acciones que impulsarán la conexión entre la ciudadanía y el mar: actividades divulgativas en centros educativos, campañas para la limpieza de fondos marinos, y nuevas iniciativas para poner en valor enclaves singulares que recorren la costa cartagenera. Enumeró algunos con la emoción de quien habla de lugares queridos: los pecios que custodian historias en silencio, el Bajo de Dentro y el de Fuera en Cabo de Palos, la cueva del Lago en Cabo Tiñoso, o la almadraba de La Azohía, la última del Mediterráneo y un símbolo vivo de tradición.
El presidente de los Centros de Buceo, Sergio Criado, completó el acto con palabras de agradecimiento y visión. Destacó la repercusión que supone contar con Lorenzo como embajadora y puso el foco en el reto de dar a conocer espacios menos transitados pero igualmente valiosos. “Cabo de Palos ya es un referente, pero debemos impulsar aún más Cabo Tiñoso y la futura reserva marina de Cabo Cope, en Águilas”, apuntó. También recordó que la presencia de la artista ayudará a reforzar la convivencia con los pescadores y a dignificar artes como la almadraba, que forman parte del alma marítima de la Región.
Tras la firma del nombramiento y la proyección de un vídeo que mostró la impresionante riqueza visual del litoral cartagenero, quedó claro que el acto no cerraba nada: lo abría todo. Porque este reconocimiento no es un final, sino un punto de partida para seguir protegiendo, divulgando y celebrando un patrimonio submarino que late bajo las aguas con tanta fuerza como la cultura que lo rodea. Y ahora, con la voz de Ruth Lorenzo como compañera de viaje, la Región se adentra en una etapa donde la belleza, la responsabilidad y el mar van de la mano.











