En la inmensa llanura del Campo de Cartagena, donde las ramblas serpentean en busca del mar y las sierras custodian la memoria del tiempo, se encuentra Fuente Álamo, villa noble, antigua y valiosa.
No hablamos de un municipio cualquiera, sino de uno de los más antiguos en constituirse como ayuntamiento propio dentro de la comarca, tras la ciudad de Cartagena y la villa de Mazarrón.
El origen del nombre.
El topónimo Fuente Álamo nace de la unión entre el agua y el árbol. Un manantial brotaba en las cercanías del primer asentamiento, rodeado de frescura y vida, junto a un gran álamo que servía de sombra y cobijo a pastores y agricultores.

Ese binomio —fuente y álamo— simboliza lo que siempre ha sido este municipio: agua que alimenta, árbol que protege, tierra que acoge. Su nombre quedó grabado en la memoria popular como emblema de esperanza en una comarca marcada por la sequía.
Cronología histórica.
Épocas antiguas: restos del Neolítico, del mundo ibérico y romano muestran que el lugar fue habitado desde muy antiguo, aprovechando agua y tierras fértiles.
Siglo XVI: en 1545 se solicita permiso para levantar una iglesia; en 1582 se erige parroquia bajo la advocación de San Agustín.
Siglo XVII: en 1642, Felipe IV dona el lugar a Luis de Torres. En 1694 se inician gestiones para comprar la independencia.
1700: el 5 de julio, Fuente Álamo obtiene título de villa y ayuntamiento propio por concesión real. Es de los primeros municipios del Campo de Cartagena en conseguirlo.
1702: las ciudades de Murcia, Lorca y Cartagena logran anular el privilegio, y el pueblo vuelve a depender de ellas, aunque mantiene cierta organización pedánea.
Siglo XIX: las epidemias diezman a la población. En 1820, durante el Trienio Liberal, se le concede nuevamente ayuntamiento propio de forma definitiva.
En 1839 se celebra la primera feria de ganado, de gran renombre en toda la región. En 1873, durante la Revolución Cantonal, Fuente Álamo se adhiere a la causa republicana bajo la Junta de Pedro García.
Siglo XX: en 1916 pasa a denominarse Fuente Álamo de Murcia. Durante la Guerra Civil, su territorio acoge prisioneros del hundimiento del buque Castillo Olite (1939), recibiendo por su trato humano el título de Muy Noble y Muy Leal Villa. En 1971 se aprueba oficialmente su escudo.
Siglo XXI: experimenta un gran crecimiento económico y demográfico gracias a la agricultura intensiva, el turismo residencial y el Parque Tecnológico, que la conecta con la modernidad.
Personajes históricos.
Gregorio Reyllo Hernández, primer alcalde tras el villazgo de 1700.
Pedro García, líder local durante la Revolución Cantonal de 1873.
José Maestre, benefactor que en 1920 donó dos fuentes al municipio.
Ricardo Ortega Merino, cronista municipal y archivero, hijo predilecto de Fuente Álamo, a quien se recuerda con busto en la villa.
Hombres y mujeres anónimos —pastores, labradores, aguadores y troveros— también forman parte esencial de esta historia, pues fueron ellos quienes sostuvieron la vida cotidiana del municipio.
Fuente Álamo en el Campo de Cartagena.
Fuente Álamo no se entiende sin el Campo de Cartagena, ni el Campo sin Fuente Álamo. Forma parte de su geografía natural: llanura central, sierras como Carrascoy al norte y Los Victorias al sureste, ramblas que comunican con la costa y tierras fértiles que alimentan a toda la comarca.
En lo económico, ha aportado:
Agricultura: cereal, vid, hortalizas y ganadería. Hoy, regadíos modernos que abastecen a los mercados.
Industria y tecnología: con su Parque Tecnológico, es motor de innovación regional.
Patrimonio del agua: aljibes, pozos y el Museo del Agua, referentes de la cultura hidráulica del Campo.
Tradición y cultura: cuadrillas, fiestas en honor a San Agustín, ferias de ganado y eventos como el Triatlón Nacional Villa de Fuente Álamo, que atrae deportistas de toda España.
Ventajas de una comarca reconocida.
Si el Campo de Cartagena se constituyese legal y administrativamente como comarca, Fuente Álamo tendría:
Representación justa en un órgano comarcal junto al resto de municipios.
Acceso directo a fondos europeos y estatales con mayor peso poblacional.
Mejor coordinación en transporte, infraestructuras y gestión del agua.
Refuerzo de su identidad y proyección cultural.
Menos dependencia del centralismo murciano.
Décimas y quintillas.
Décima
De agua clara naciste,
villa noble y verdadera,
donde el Campo te venera
y tu historia persiste.
Con nobleza te erguíste,
por derecho y villanía,
pues tu lucha todavía
es ser comarca y bandera,
la más justa primavera
que Cartagena pedía.
Quintilla
Fuente clara, tronco fuerte,
nombre eterno de un pasado,
tu memoria se convierte
en camino iluminado
que el Campo tiene por suerte.
Conclusión.
Fuente Álamo no es un municipio de paso. Es raíz, memoria y corazón del Campo de Cartagena. Su nombre recuerda el manantial y el álamo que dieron vida a los primeros pobladores; su historia recoge luchas, epidemias, revoluciones y nobleza; su presente ofrece agricultura, tecnología y cultura; y su futuro exige el reconocimiento de una comarca que no puede seguir ignorada.
Cuando el Campo de Cartagena tenga la comarca que merece, Fuente Álamo brillará como uno de sus pilares más antiguos y firmes, porque lleva más de tres siglos defendiendo lo que hoy reclamamos: justicia, identidad y dignidad para nuestra tierra.