El Teatro Romano de Cartagena se prepara para despedir el año con una invitación a mirar el mundo desde los ojos de los jóvenes. Regresan los Jueves Literarios, esta vez con un foco especial en la literatura juvenil, un género que ha ganado fuerza en los últimos años por su capacidad para capturar emociones intensas, dudas, descubrimientos y ese universo interior que solo se vive con la urgencia de quien está empezando a entender su lugar en el mundo. La Montaña Mágica, fiel compañera de esta iniciativa, vuelve a respaldar estos encuentros que se han convertido en una cita imprescindible para lectores y curiosos.
El 11 de diciembre será el turno de Andrius Mart, autora que con tan solo veintitrés años ha logrado abrirse paso con una primera novela que respira sensibilidad y honestidad. Mi desastre. Sin remedio presenta a Paula y Will, dos jóvenes que, pese a sus intentos por contener lo que sienten, descubren que hay emociones que no pueden esquivarse. La autora —nombre literario de Andrea Martínez, nacida en Alicante en 2002— llega al Teatro Romano con la ilusión de compartir ese proceso creativo que combina pintura, música y escritura, tres lenguajes que la han acompañado desde siempre. Graduada en Publicidad y Marketing, compagina la literatura con la creación de contenido en sus redes sociales, donde reúne a una comunidad lectora en torno a su universo de @mundo.entre.palabras.
Una semana después, el 18 de diciembre, el escenario será para Antonio J. Ruiz Munuera, un autor con una trayectoria consolidada dentro del panorama juvenil. Profesor de Educación Física en Secundaria y amante de los libros y las montañas, Ruiz Munuera ha construido una obra que combina sensibilidad, observación y una mirada profundamente humana. Su última novela, Cristales de plata, premiada con el Avelino Hernández, nos presenta a un joven que, acompañado de una cámara y una fotoperiodista, va descubriendo la belleza escondida en lo cotidiano, esa que tantas veces pasa desapercibida hasta que alguien nos enseña a mirar con atención. Su bibliografía, que incluye títulos como La luz de Yosemite, Ojo de pez, La ira del insecto o La troupe, le ha valido reconocimientos como el premio Nostromo o el Alandar.
Con estos dos encuentros, el Museo del Teatro Romano despide el año celebrando el poder de las historias que acompañan, transforman y emocionan. Dos voces distintas, dos miradas que se cruzan en un mismo escenario y un cierre de ciclo que vuelve a recordarnos que la literatura juvenil no es solo cosa de jóvenes, sino un territorio compartido donde todos, sin excepción, podemos reconocernos.









