Vamos a empezar esta nueva sección con una ruta fácil y cómoda. Comenzamos dando la vuelta al monte de la Atalaya, donde se ubica el castillo del mismo nombre. Castillo construido en el siglo XVIII para dar apoyo defensivo al Arsenal de Cartagena y al castillo de Galeras. En la guerra Cantonal, tuvo un papel importante, siendo utilizado por las tropas cantonales, que no tuvieron más remedio que rendirlo el 12 de enero de 1874. Todavía estamos pagando las consecuencias de aquella guerra.
Partimos desde la iglesia de la Concepción, construida en el año 1884. Vamos caminando por la calle camino a la mina buscando el inicio del sendero. Al tratarse de un pequeño recorrido, todo el itinerario está debidamente señalizado con las marcas amarillas y blancas.
Una vez en el sendero, dejamos a la izquierda unos antiguos depósitos de la Armada y la antigua mina. Seguimos caminado por este sendero de la sierra Pelayo, adentrándonos en una zona boscosa y sombría. Una vez hemos salido de los árboles, tenemos varias opciones para continuar: en nuestro caso, seguimos por la senda del romero que nos guiará hasta la calle la Albaida. Volvemos a pisar camino de tierra a la altura del centro de renovación Cristiana San José, desviándonos a la derecha.
Aquí, la ruta toma un carácter más duro, con una subida muy abrupta hasta casi la cima del monte. Salimos a la carretera que conduce al castillo, y desde aquí vamos bajando hasta la ciudad, disfrutando de las vistas de la bahía de Cartagena.
Para recuperar las fuerzas y los líquidos perdidos durante nuestra ruta, decidimos ir al bar Capitán Nemo situado en la esquina de la calle Peroniño con Pio XXII del barrio de la Concepción. En el bar, sentados en las mesas de fuera por el protocolo Covid, nos tomamos un buen bocadillo de jamón con tomate y queso junto con una cerveza. Bocadillo que nos sentó estupendamente.
Críticos de Cocina
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