En Cartagena continúa a buen ritmo la restauración de la batería de San Leandro, con la mirada puesta en abrirla al público antes de que finalice 2025. La alcaldesa Noelia Arroyo, durante su visita a las obras, ha destacado que los trabajos se basan en rigurosos estudios documentales y arqueológicos que están ayudando a recuperar la forma original del recinto, su funcionalidad y su valor paisajístico, aportando una visión renovada de este enclave histórico.
Esta intervención es la primera de gran envergadura realizada con fondos destinados a la sostenibilidad turística, desde la reciente recuperación del Fuerte de Navidad, y se inscribe dentro de una estrategia integral para realzar el patrimonio militar defensivo de la ciudad. La batería será incorporada en la red cultural “Cartagena Puerto de Culturas” y forma parte del ambicioso proyecto “De Faro a Faro”, impulsado junto a la Autoridad Portuaria con el objetivo de transformar la fachada marítima. Este plan incluye también mejoras en el vial del Espalmador, la cesión del Monte de Galeras, así como la futura recuperación de los túneles de submarinos y del cuartel de Fajardo.
La previsión es que la batería, declarada Bien de Interés Cultural, forme parte del circuito cultural a principios de 2026 después de completar la rehabilitación a finales de 2025. El proyecto, con un presupuesto de aproximadamente 1,1 millones de euros —950 000 € aportados por fondos comunitarios— incluye la recuperación de pavimentos de cemento Portland, muros originales, canalizaciones y cerramientos militares, y recurrirá a herramientas digitales como la realidad virtual para recrear elementos desaparecidos, como los cañones defensivos. También se contempla la colaboración público‑privada para establecer usos alternativos del espacio, incluido un posible alojamiento hotelero.
Eva García, la arqueóloga encargada, ha celebrado el ritmo de los trabajos y ha señalado que la abundante documentación histórica permite consolidar y restaurar estructuras muy deterioradas como la Casamata 1, además de recuperar pavimentos, armamento, ventilación, desagües, instalaciones eléctricas y telefónicas; todo ello arroja luz sobre la batería y sobre el conjunto de los sistemas defensivos. El especialista en patrimonio militar, José Antonio Martínez, ha valorado la metodología cuidadosa del proyecto y ha remarcado que el ingeniero que diseñó la batería —Francisco Ramos Bascuñana, antiguo concejal municipal y autor del plan de ensanche de Cartagena— forma parte de una compleja historia que ahora se revela. Martínez también resaltó que el Ministerio de Cultura ha encargado recientemente un plan director para las 29 baterías costeras de Cartagena, aportando una hoja de ruta para evaluar su estado y planificar futuras actuaciones
Estas iniciativas se enmarcan en una apuesta más amplia: consolidar una candidatura transnacional ante la UNESCO para que Cartagena sea reconocida por su excepcional sistema defensivo militar. El conjunto de actuaciones —reformas, musealización avanzada, restauraciones y recuperación paisajística— refleja un momento decisivo en la historia patrimonial de la ciudad, donde se aúnan ciencia, cultura y turismo para revalorizar su legado marítimo y milita