Hace apenas unos días que Urbano Fast Food abrió sus puertas en el número 1 de la calle del Alto, y ya empieza a convertirse en ese tipo de sitio que uno incorpora a su rutina sin darse cuenta. Su propio nombre lo anuncia sin rodeos: aquí se viene a disfrutar de comida rápida, sencilla y directa, sin florituras, sin esperas interminables y sin complicaciones. Un concepto que encaja a la perfección con la vida del Barrio Universitario y, especialmente, con el ritmo marcado por la Universidad Politécnica de Cartagena.
El local, decorado con un estilo urbano que juega con texturas y colores modernos, busca precisamente eso: ofrecer un espacio desenfadado, cómodo y cercano para hacer una pausa entre clase y clase. No pretende reinventar la gastronomía, ni falta que le hace. Urbano Fast Food funciona porque entiende lo que su público quiere: un menú ágil, a buen precio y con sabores reconocibles. Y en ese terreno se mueve con soltura.
En su carta encontramos los imprescindibles de la comida rápida que siempre apetecen: alitas, pizzas de varios estilos, perritos calientes bien servidos, paninis generosos, tacos, hamburguesas con distintas combinaciones, shawarma para quienes buscan algo distinto, sándwiches clásicos y un largo etcétera que permite improvisar sobre la marcha según el antojo del día. Todo elaborado al momento, sin pretensiones, pero con ese punto casero que agradece quien vive pegado al campus y necesita soluciones prácticas.
El resultado es un espacio que cumple con creces su propósito: ser la parada perfecta para quienes necesitan comer rápido, barato y a un paso de sus clases. Urbano Fast Food no quiere ser más de lo que es, y ahí reside gran parte de su encanto. Una nueva opción en el Barrio Universitario que, sin duda, muchos estudiantes convertirán en su segundo comedor.









