Cada verano, entre mediados de julio y finales de agosto, el cielo nos regala uno de los fenómenos astronómicos más esperados del año: la lluvia de meteoros de las Perseidas, también conocida como las lágrimas de San Lorenzo. Este espectáculo consiste en una gran cantidad de meteoros —popularmente llamados estrellas fugaces— que surcan el firmamento dejando destellos fugaces de luz.
¿Qué son las Perseidas?
Las Perseidas son partículas diminutas desprendidas del cometa 109P/Swift-Tuttle, que, al entrar a gran velocidad en la atmósfera terrestre, se desintegran y producen un resplandor. Aunque el flujo de meteoros puede observarse durante varias semanas, el pico de actividad suele alcanzar su punto máximo entre el 11 y el 13 de agosto, cuando la Tierra atraviesa la zona más densa de restos del cometa.
¿Por qué siempre en agosto?
La razón de que las Perseidas tengan cita fija en nuestras noches de verano es puramente astronómica: la órbita de la Tierra cruza cada año el mismo tramo del espacio en las mismas fechas. Ese tramo está repleto de partículas que dejó el cometa Swift-Tuttle en sus pasos cercanos al Sol. Así, cada agosto, nuestro planeta se encuentra con esta nube de restos y se produce la lluvia de meteoros.
El mejor lugar para verlas en el Campo de Cartagena
Para disfrutar al máximo de las Perseidas es fundamental alejarse de la contaminación lumínica y contar con un horizonte amplio. En la comarca del Campo de Cartagena, algunos de los mejores puntos de observación son:
- Cabo de Palos y Calblanque: sus playas y zonas de interior, lejos de las farolas, ofrecen cielos oscuros con el sonido del mar como acompañante.
- Sierra de la Muela (entre Cartagena y Mazarrón): a cierta altitud y con vistas despejadas, es un lugar ideal para observar el firmamento.
- La Azohía y Campillo de Adentro: áreas costeras y de montaña que combinan poca iluminación artificial y horizontes despejados.
Consejos para disfrutar del espectáculo
- Ir a un lugar oscuro al menos media hora antes de la observación para que la vista se acostumbre a la penumbra.
- Llevar ropa cómoda y algo de abrigo, incluso en agosto.
- Tumbarse y mirar en dirección noreste, hacia la constelación de Perseo, aunque las estrellas fugaces pueden aparecer en cualquier parte del cielo.
Este agosto, si las nubes lo permiten, bastará con encontrar un buen rincón del Campo de Cartagena, apagar las luces y dejar que la magia de las Perseidas nos recuerde lo pequeño y, a la vez, privilegiado que es nuestro lugar bajo las estrellas.