La gastronomía romana es una de las más influyentes y ricas en la historia de la humanidad, y su influencia se extendió por toda Europa, África y Asia. La Península Ibérica, debido a su ubicación estratégica, fue una de las zonas donde la cultura y la gastronomía romanas tuvieron mayor impacto. En este artículo, vamos a explorar la importancia de Cartagonova en la difusión de la gastronomía romana en la península ibérica.
Cartagonova, también conocida como Carthago Nova, fue una ciudad fundada por los cartagineses en el siglo III a.C. En el año 209 a.C., la ciudad fue conquistada por los romanos, lo que la convirtió en una importante base militar y comercial en la península ibérica. Durante los siglos II y I a.C., Cartagonova se convirtió en una de las ciudades más importantes de la Hispania romana, gracias a su puerto natural y a su posición estratégica.
La influencia romana en la gastronomía de Cartagonova se puede observar en la variedad de alimentos y productos que se consumían en la ciudad. Los romanos introdujeron nuevos cultivos, como la vid y el olivo, que se convirtieron en la base de la gastronomía mediterránea. También importaron animales como el cordero y el cerdo, que se convirtieron en la base de muchos platos de la gastronomía romana.
Uno de los platos más populares de la gastronomía romana en Cartagonova era el garum, una salsa de pescado fermentado que se utilizaba como condimento en muchos platos. El garum se producía en grandes cantidades en la ciudad y se exportaba a otras partes del imperio romano.
Otro plato muy popular en Cartagonova era el caldo de ave, que se servía como plato principal o como entrante. El caldo se hacía con pollo o gallina, verduras y especias, y se servía caliente. También se consumían platos a base de pescado y marisco frescos, que se cocinaban de diversas formas, como a la parrilla, al horno o en guisos.
La gastronomía romana en Cartagonova también se caracterizaba por el uso de hierbas y especias, como el comino, el cilantro y el hinojo, que se utilizaban para dar sabor a los platos. Además, los romanos introdujeron la costumbre de servir vino en las comidas, lo que se convirtió en una práctica común en toda la península ibérica.
En resumen, la gastronomía romana en Cartagonova tuvo una gran influencia en la península ibérica, gracias a la importación de nuevos cultivos, animales y técnicas culinarias. La ciudad se convirtió en un importante centro de producción y exportación de garum, uno de los condimentos más populares de la gastronomía romana. Hoy en día, la gastronomía mediterránea sigue siendo una de las más valoradas en todo el mundo, y gran parte de sus raíces se remontan a la influencia romana en la península ibérica.
ECU
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