Perdidos en Benasque: un verano entre montañas y sabores
Ahora, en la tranquilidad del final del verano, cuando el Sol camina rumbo al Sur en busca del equinoccio de otoño, pienso en aquellos días estivales cuando, huyendo del calor…
Crónicas de un Pueblo. – Romanones en Cartagena: islas, banco y verano en el corazón del Mar Menor.
En los años en que la alta política se escribía a golpe de telegrama y tertulia, Álvaro de Figueroa y Torres, conde de Romanones —tres veces presidente del Gobierno y…
Crónicas de un Pueblo. – La Casa del Tío Lobo: símbolo del poder minero en Portmán.
En la pequeña bahía de Portmán, cuando el mar aún brillaba limpio y azul, se levantó a finales del siglo XIX una de las mansiones más representativas de la riqueza…
Postres con frutas
Comer postres no es un pecado. Todos tenemos un «diente dulce» y no siempre hay que recurrir al último plato de una comida: los postres. Son alimentos que, a veces,…
Crónicas de un Pueblo. – La Casa Valderas: Palacete de Recreo y Alma del Campo de Cartagena.
En el corazón de Roldán, pedanía de Torre-Pacheco, se alza aún con señorío la Casa Valderas, una finca solariega que resume en sus muros la historia de la nobleza rural…
crónicas de un Pueblo. – Los Ferro: de Génova al Campo de Cartagena.
Una familia que unió territorios, gentes y agricultura en Lo Ferro (Roldán, Torre-Pacheco) y La Palma (Cartagena) Génova y la Región: el origen de una saga. La historia de los…
Crónicas de un Pueblo. – Amoladeras: donde los mares guardan la memoria.
Entre Cabo de Palos y la Manga, en esa franja de tierra que parece flotar entre dos mares, se abre un paraje singular, tantas veces nombrado pero pocas veces comprendido…
Crónicas de un Pueblo. – Miguel Zapata, “El Tío Lobo”: Fortuna, Poder y Leyenda de la Sierra Minera de Cartagena y La Unión.
En la historia del Campo de Cartagena hay nombres que resuenan como truenos lejanos, que aún hoy provocan respeto y temblor. Uno de esos nombres es el de Miguel Zapata…
Crónicas de un Pueblo. -Aladroques: del mar al alma de Cartagena
El mote que se convirtió en orgullo. Nos llaman Aladroques, y algunos lo dicen con sorna, como quien nombra lo pequeño. Pero en ese mote cabe toda una historia de…
Crónicas de un Pueblo – Palacio-Cuartel de Guardias Marinas de Cartagena
Un gigante neoclásico que guarda dos siglos de historia naval El 25 de agosto de 1789, Cartagena vivió un día solemne. Con gran ceremonia, se colocaba la primera piedra del…
ENTRE EL CIELO Y EL SUELO, LAS PERSEIDAS
El gran empresario cartagenero Pedro Martínez, es propietario de las Bodegas Baigorri (que en vasco significa “río rojo”) y hace referencia a las aguas del río Ega que bordean el…
Crónicas de un Pueblo. -Entre la gloria y el olvido: la historia de Islas Menores, Mar de Cristal, Playa Honda y Playa Paraíso.
El litoral sur del Mar Menor, ese rincón cartagenero que guarda entre sus arenas la memoria de veraneos, fiestas y sueños estivales, ha vivido una historia tan intensa como contradictoria:…
Crónicas de un Pueblo. – Cuando la luz llegó al cabo.
Cabo de Palos, 1959: el día que el futuro encendió la costa. Durante décadas, Cabo de Palos fue un rincón mágico del sureste cartagenero que vivía entre la bruma del…
Crónicas de un Pueblo. – Luis Angosto Lapizburu: un cartagenero para la memoria.
Hay nombres que, aunque el tiempo intente cubrir con el polvo del olvido, resplandecen de nuevo cuando volvemos la mirada hacia nuestra historia. Cartagena, ciudad de mares y vientos, de…
Crónicas de un Pueblo. – Cartagena, ciudad sitiada por los mosquitos.
Cada 20 de agosto se celebra el Día Mundial del Mosquito, en recuerdo del descubrimiento de Sir Ronald Ross en 1897, cuando identificó al mosquito Anopheles como el transmisor de…
Crónicas de un Pueblo. – Leopoldo Augusto de Cueto, Marqués de Valmar.
Un cartagenero universal olvidado por su propia tierra. Cartagena, a lo largo de su historia, ha dado al mundo marinos, científicos, artistas, políticos, ingenieros y literatos de primer orden. Sin…
Crónicas de un Pueblo. – Santa Eloísa: joya social del Mar Menor y orgullo de Los Nietos.
A finales del siglo XIX, cuando el verano era sinónimo de aire puro, vestidos blancos y sombrillas de encaje, Los Nietos se convirtió en un nombre que despertaba sonrisas y…