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No hay nada mejor como disfrutar de una buena gastronomía local en los distintos restaurantes que hay en Cabo de Palos. Esta pequeña masa de tierra que se proyecta hacía el mar, concentra un número importante de locales gastronómicos dentro del término municipal de Cartagena.
Esta vez, dejamos a un lado los restaurantes ubicados en la calle del Faro y nos quedamos a orillas de la dársena del puerto en la freiduría El Puerto. Fuimos a cenar, es muy recomendable dar un paseo por la zona después, sobre todo en noches con luna llena. Subir hasta la colina donde el imponente faro que la corona alerta a las embarcaciones de los peligros de un acercamiento a la costa.
Como hemos dejado escrito al principio de este artículo, no hay nada como disfrutar de la gastronomía local. Así que eso hicimos. Y pronto llegó a nuestra mesa una cazuela de almejas al ajillo, con su guindilla que hace el plato aún más atractivo y ese caldete ideal para mojar.
Después llegaron los chirretes y los calamares a la romana junto con el pulpo, esta vez a la gallega. Comer chirrete es un vicio, no nos cansamos, es adictivo. Vas cogiendo a esos pequeños peces uno a uno, disfrutando de su sabor, y solamente eres consciente de lo que estás haciendo cuando el plato está vacío.
Los calamares a la romana. Muy sabrosos, con un rebozado fino y suave, como se hace por la costa mediterránea en general. El pulpo, una pena que no fuera a la cartagenera, pero bueno, es un producto que nos gusta en todas sus formas. Tierno, sin ser demasiado blando. Bien.
Para terminar; para ser una cena, está bastante bien; lo hicimos con una fritura de pescado que, aunque algunos de los elementos de la fritura ya los habíamos probado en los anteriores platos, nos apetecía probar la fritura de El Puerto. Y no nos equivocamos.
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