Hay teatros con alma, y luego está el Teatro Circo Apolo de El Algar, donde cada función parece suspender el tiempo y abrir una puerta a mundos que solo existen cuando se apagan las luces. Este fin de semana, ese telón vuelve a levantarse para acoger dos propuestas que dialogan con el público desde emociones muy distintas, pero igual de poderosas.
La noche del sábado 22 de noviembre, a las 21:30 horas, llega Un viaje sin retorno, una comedia dramática protagonizada por Alex Gadea y Ana Ruiz, bajo la dirección de Ernesto Caballero. La obra sigue la historia de Chelito y Federico, dos personajes sencillos que, casi sin pretenderlo, se ven empujados al siempre incierto universo del espectáculo. Es la España de los años cincuenta, todavía marcada por la aspereza de la posguerra, un país que intenta reinventarse mientras estos dos soñadores recorren pueblos, tablaos y carreteras en una tournée frenética que les llevará más lejos de lo que jamás imaginaron.
Pero el éxito, caprichoso y voraz, también cobra peaje. Lo que empieza como una aventura luminosa hacia los grandes teatros madrileños termina convirtiéndose en un viaje interior donde afloran la ambición, la superación, el amor y la derrota. La obra cuestiona con delicadeza y humor si alcanzar la cima compensa todo aquello que se abandona por el camino. Las entradas están disponibles en la web del teatro.
El domingo 23, a las 12:00 horas, el escenario cambia de color, de ritmo y de intención con La Loca Historia Del Mago De Oz, El Musical, una propuesta familiar que promete llenar la sala de energía y sonrisas. Dirigido por Faustino Sáez, este espectáculo reinventa el clásico con una mezcla irresistible de humor, agilidad y canciones que viajan desde la actualidad hasta los éxitos de los años 80 y 90.
Dorothy, la soñadora de Kansas, emprende su viaje al mágico mundo de Oz acompañada por tres compañeros tan imperfectos como entrañables: un Espantapájaros sin cerebro, un Hombre de Hojalata sin corazón y un León que ha perdido el coraje. Juntos avanzan por un camino de aventuras que celebra la amistad, la valentía y la imaginación, mientras buscan al misterioso Mago de Oz, el único capaz de concederles aquello que desean desde lo más profundo.
Ambos espectáculos, diferentes en tono y espíritu, comparten un mismo propósito: recordar al público que el teatro es un viaje que siempre merece la pena emprender. Este fin de semana, el Teatro Circo Apolo invita a adultos, familias y soñadores de todas las edades a cruzar esa frontera donde empieza la magia.






