La mañana de este jueves 11 de diciembre dejó en Los Camachos algo más que el gesto simbólico de colocar una primera piedra. Allí, la alcaldesa de Cartagena, Noelia Arroyo, y el presidente de la Comunidad Autónoma, Fernando López Miras, presidieron el arranque oficial del Centro de Capacitación Industrial, Naval, Náutico y de Transformación Tecnológica que FREMM levantará con una inversión superior a los 11 millones de euros. Sobre el terreno, aún en estado embrionario, se dibuja ya una infraestructura llamada a convertirse en el gran motor formativo de los sectores que sostienen el desarrollo económico de la comarca: el metal, la defensa, la automatización, las energías renovables y, por primera vez, un espacio pionero dedicado al hidrógeno verde.
Arroyo, con un discurso dirigido tanto al tejido empresarial como a los jóvenes que buscan oportunidades reales, subrayó que “ponemos la primera piedra de un proyecto que amplía el futuro industrial de Cartagena”. No lo dijo como un eslogan, sino como el diagnóstico de dos urgencias que se tocan: empresas que necesitan talento cualificado para crecer y una generación que reclama empleos estables y bien remunerados sin tener que marcharse de casa. Este centro, recalcó, aspira a ser “una gran inversión para retener el talento local y ampliar el futuro industrial de Cartagena”.
López Miras, por su parte, quiso enmarcar el acontecimiento en una visión más amplia. Recordó que Cartagena no solo es la capital industrial de la Región de Murcia, sino “uno de los grandes referentes industriales de Europa”, una condición sostenida por el peso de Escombreras y la industria de la defensa. Resultaba lógico, insistió, que un territorio con esta capacidad también se situara a la vanguardia de la formación. Con este nuevo centro, dijo, se da “el paso que faltaba para que la comarca sea también un referente europeo en capacitación industrial”.
La iniciativa es el resultado de una alianza que no siempre se visibiliza: la Mesa de Formación para las Nuevas Industrias de Cartagena y la cooperación leal entre Ayuntamiento, Comunidad Autónoma y FREMM. El Consistorio ha cedido una parcela municipal de unos 16.000 metros cuadrados en Los Camachos-Sur, en régimen de concesión durante 75 años. Sobre ese suelo público —y con una inversión regional que supera los 6,1 millones, incluida una subvención principal aprobada en septiembre de 2025—, la patronal del metal construirá una institución formativa que buscará servir tanto a la industria como a la sociedad. Alfonso Hernández, presidente de FREMM, destacó la rapidez con la que el Ayuntamiento ha facilitado todo el proceso: “En tiempo récord se ha conseguido esta licencia de obra para que hoy podamos poner la primera piedra”.
También estuvieron presentes representantes del gobierno municipal y la corporación, entre ellos Diego Salinas, Álvaro Valdés, y los portavoces Jesús Giménez y Manuel Torres, acompañando un acto que deja entrever la dimensión estratégica del proyecto.
En su interior, el centro albergará 10 aulas teórico-prácticas, seis talleres especializados en Industria 4.0, zonas exteriores de prácticas y un hito tecnológico: un aula dedicada al hidrógeno verde, concebida como laboratorio operativo para aprender, manipular y comprender una de las energías llamadas a transformar el modelo industrial europeo. Más de 30 especialidades formativas y una capacidad anual de entre 3.000 y 3.500 alumnos sostendrán una maquinaria pedagógica pensada para dar respuesta inmediata a los retos de un mercado industrial en plena evolución. “Aquí se formará a 3.000 alumnos anuales —recordó Arroyo—, uniendo fuerzas para generar empleo y garantizar la transformación industrial de Cartagena”.
Para la alcaldesa, este proyecto encaja con un objetivo mayor: consolidar un ecosistema empresarial vinculado a las tecnologías duales de defensa y convertir a Cartagena en un polo atractivo de inversión. Pero también aprovechó la ocasión para recordar que el desarrollo industrial no puede caminar solo: “Para que todo el talento y las capacidades de Cartagena alcancen su máximo rendimiento, seguimos necesitando avances en infraestructuras clave”, advirtió. Y citó dos carencias que siguen lastrando la competitividad del municipio —la ampliación del puerto y la variante ferroviaria de mercancías—, infraestructuras pendientes que mantienen a la ciudad “como una isla logística”.
La primera piedra ya está en su sitio. Lo que se construya sobre ella determinará, en buena medida, el tipo de industria y de oportunidades que Cartagena podrá ofrecer en las próximas décadas. Este centro nace con la vocación de ser algo más que un edificio: ser la base de un futuro que, por una vez, no mira hacia fuera, sino que apuesta por el talento que ya habita aquí.
