Cartagena se prepara para un día que promete convertirse en una cita imprescindible para quienes sienten la emoción de reconocerse en lo propio. Este sábado 22 de noviembre, de 11:00 a 18:00 horas, el Parque de La Rambla acogerá la primera Feria de Tradiciones y Campo, un encuentro que reunirá a más de una veintena de asociaciones del municipio comprometidas con mantener vivas las costumbres, los oficios y los sabores que nos han construido como pueblo.
Será una jornada para pasear sin prisas, para descubrir y para recordar. Los visitantes podrán saborear rollitos de San Antón, vino del Campo de Cartagena, las inconfundibles pelotas de Pozo Estrecho, michirones y otras delicias que forman parte del imaginario culinario de generaciones. La feria contará además con una cocina solidaria impulsada por Eurotoques y por su coordinador regional, el chef y empresario Pablo Martínez, del restaurante Eszencia, que sumará su talento a una causa con vocación de comunidad.
La propuesta se integra en la línea de trabajo que lidera la alcaldesa Noelia Arroyo para fortalecer la identidad local y valorar el patrimonio cultural, social y humano de Cartagena. Su mensaje es claro: proteger nuestras tradiciones no es un ejercicio de nostalgia, sino una forma de cohesión y de futuro.
A lo largo del día, el público podrá disfrutar de exhibiciones de trovos, trabajos de esparto y bolillo, además de contemplar la jábega del Portús, símbolo vivo de nuestra tradición marinera. También tendrá lugar el Festival de Cante del Molino Derribado y una amplia oferta de talleres y demostraciones destinadas a acercar al visitante a oficios y expresiones que forman parte esencial de nuestra memoria colectiva.
Esta primera Feria de Tradiciones y Campo nace con espíritu festivo y vocación de continuidad, como un espacio abierto en el que la cultura popular dialoga con el presente y se proyecta hacia el mañana. El Ayuntamiento de Cartagena invita a vecinos y visitantes a compartir este día que celebra la diversidad, el sabor, la artesanía y la solidaridad. Una jornada para sentir el orgullo de pertenecer a esta tierra y reconocer, en cada detalle, la herencia que nos une.







