El aire de Lo Pagán olía a mar y a brasas encendidas cuando los primeros visitantes comenzaron a llenar la explanada. Entre el rumor del agua y el sonido metálico de las cazuelas, San Pedro del Pinatar inauguraba una nueva edición del Encuentro Gastronómico Paraíso Salado, un evento que ya forma parte del calendario emocional de la Región de Murcia. Este año, la cita arrancó con dos nombres que son sinónimo de excelencia: María Gómez, chef de Magoga, y José Manuel López, de Peix&Brases, ambos galardonados con Estrella Michelín.
María Gómez, primera mujer cartagenera en lograr esta distinción, volvió a demostrar por qué su cocina es una oda al territorio. Sus platos, nacidos entre el Campo de Cartagena y el Mar Menor, son un puente entre la tradición y la vanguardia, entre la memoria y la innovación. Junto a ella, José Manuel López, el extremeño que conquistó Dénia, defendió con maestría la sencillez del producto y el sabor limpio del mar. Dos formas distintas de entender la cocina que se encontraron bajo el mismo cielo salino del Pinatar.
El alcalde, Pedro Javier Sánchez, y el concejal de Turismo, Javier Castejón, dieron la bienvenida oficial a un fin de semana donde la gastronomía fue el idioma común. Quince restauradores locales se unieron al festín en la llamada Calle de las Tapas, un paseo irresistible de aromas y texturas que incluía propuestas de locales como El Rubio 360º, La Cranka, Cosa Fina Playa o el veterano Restaurante Venezuela, que sigue emocionando con su célebre “caldero en cinco entregas”.
La parrilla también tuvo su momento con Juan Carlos Méndez, de La Tropical, distinguido con un Sol Repsol y condecorado en San Sebastián Gastronómica como Mejor Parrilla de España. Tampoco faltó la originalidad de Rubén Delgado (Txio Revuelo), las fusiones de El Rincón de Joaquín o la dulzura de Patricia Pérez, la maestra chocolatera de Panadería José Antonio, que sorprendió con sus trampantojos inspirados en el Mar Menor.
Y mientras los chefs cocinaban, el público disfrutaba. Hubo ponencias, talleres para niños, degustaciones y conciertos, todo envuelto en ese ambiente festivo que hace que Paraíso Salado sea algo más que un evento gastronómico: es una celebración de la identidad pinatarense y del poder de la cocina para reunir a la gente en torno a una mesa.
Con el apoyo del Ayuntamiento de San Pedro del Pinatar, La Brújula del Gourmet y el sello 1001 Sabores Región de Murcia, el encuentro se consolida como uno de los escaparates más atractivos del turismo gastronómico regional. Tres días para saborear el mar, la tierra y la pasión de quienes hacen de la cocina un arte.