En estas fechas tan señaladas, tan nuestras, tan familiares y tan llenas de sabores, no pueden faltar en la mesa los dulces de siempre. Esos que compartes con los que más quieres, que colocas con la misma ilusión con la que se heredan las tradiciones que no deberían perderse jamás. Y hoy tengo el gusto de traeros una noticia que huele a hogar: ya podéis comprarlos en La Querencia, la nueva tienda de los rollos, en la calle Carlos III, justo donde estaba el Supermercado Mendoza de toda la vida.
Flori, una de las almas que sostuvieron aquel negocio familiar tan querido en Cartagena, ha abierto este espacio recuperando un pedazo esencial de su espíritu: el horno, las manos que saben lo que hacen y unas recetas que llevan más de cuarenta años acompañándonos. ¿Quién no recuerda aquel olor a rollos recién hechos que se escapaba por la acera, que llenaba la tienda, que despertaba el apetito incluso antes de cruzar la puerta? Ese aroma, compañeros de mesa y de recuerdos, ha vuelto a casa. Porque La Querencia ocupa exactamente el mismo lugar donde tantas veces compramos pan casero, rollos, cordiales, pastas floras, empanadillas y una lista interminable de dulces que forman parte de nuestra propia historia.
Y no podían haber elegido un nombre más certero. La Querencia: ese sitio donde uno se siente bien, protegido, en casa. Ese rincón al que se vuelve porque tira del corazón más que de la costumbre. Y eso mismo transmite esta tienda: hogar, tradición, cariño y sabores que nos han acompañado desde siempre, como un abrazo que llega justo a tiempo.
Allí encontraréis Rollos de Pascua, mantecados —de almendra o de canela—, tortas de almendras, tortas de chicharrones, pastel de cierva, cordiales de coco y un buen surtido de dulces típicos. También se pueden realizar encargos de empanadas gallegas, pescaditos rellenos —tan propios de estas fiestas— y un largo etcétera que hará difícil salir con las manos vacías. Y lo mejor de todo es que no hablamos solo de Navidad: La Querencia mantendrá encendida la tradición durante todo el año.
Así que, desde este humilde escribiente y desde DondeComemos Cartagena, permitidme recomendaros que paséis por La Querencia y llenéis vuestra mesa navideña con los sabores de siempre, esos que se elaboran con paciencia, historia y una querencia profunda por lo nuestro. Porque, al final, hay lugares que no solo venden dulces: devuelven recuerdos. Y este es uno de ellos.










