Así, sin quererlo, ya estamos a mediados del mes de diciembre. Las luces de Navidad ya brillan en las afortunadas calles que disponen de ellas.
La Navidad está a la vuelta de la esquina. En nada escucharemos a los niños del colegio de San Ildefonso cantar los números de la lotería que inician las fiestas. Los niños, nerviosos, esperan la llegada de Papá Noel; cosas de tiempos modernos; y de los Reyes Magos de Oriente.
Las fiestas navideñas terminan con la alegre mañana del día de la Epifanía. Los Reyes Magos habrán repartido un sinfín de regalos, cumpliendo los deseos de los más pequeños y no tan pequeños. Aunque por aquí, por estos lares, al igual que en el resto de España, decimos que hasta San Antón Pascuas son.
Es aquí, en Cartagena, donde en el barrio, que toma el nombre del santo protector de los animales, hay la buena costumbre de asar pulpo y prepararlo a la cartagenera.
Los bares sacan barras a las calles y allí montan planchas donde cocinan este típico plato cartagenero. Durante esos días, el barrio y sus alrededores se impregnan del característico olor a pulpo a la cartagenera.
Pero ya hace tiempo que estas fiestas corren peligro de desaparecer. No por falta de ganas o de clientes que vayan a degustar este manjar sino por falta de bares. El barrio, sumido en una degradación palpable se queda sin bares; quedando en la actualidad, que sepamos, un único bar que, como un guardián de las tradiciones, saca sus barras a la calle e impregna de olor a pulpo cartagenero lo que puede del barrio.
Nosotros, desde esta pequeña ventana, queremos reivindicar, como cada año hacemos, estas fiestas y planteamos una posible solución para salvaguardarlas de una latente desaparición ya que no deben perderse, hemos perdido demasiadas cosas ya.
Este año hemos querido adelantar con este tema por si la idea cuaja y diera tiempo a llevarla a cabo. Es una idea sencilla que consiste en la celebración de un concurso de pulpo a la cartagenera.
Un concurso donde participarían hasta 6 locales de nuestra Comarca y durante un día, preferiblemente sábado o domingo, cocinará la receta de pulpo en planchas dispuestas en la plaza de la Iglesia del barrio de San Antón.
Un jurado determinará quién es el rey del pulpo a la cartagenera. El ganador recibirá un galardón que lo acredite como mejor hacedor de pulpo a la cartagenera del año.
Después, el público tendrá la oportunidad de probar, a un precio asequible, los distintos platos de pulpo que los locales están cocinando en la plaza. También habrá otro tipo de platos típicos como fronterizos, morcillas, y esas cosas que siempre hemos comido en las fiestas de San Antón y, por supuesto, habrá habas frescas de nuestro campo; el de Cartagena.
Un concurso que se repetirá todos los años con nuevos participantes y, aunque solamente será un día, hará que el ambiente de otros tiempos vuelva a estar presente en el barrio y que el olor a pulpo, el nuestro, impregne la ciudad una vez más.
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Hay que hacerlo
Es algo que se podrá hacer fácilmente. Buena idea
Sin título
De puta madre la idea.
¿La harán suya los que tienen resortes y capacidad para ello?
Muy buena idea
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