Este sábado, 15 de noviembre, el Menhir del Rame volverá a ser el centro de una de esas pequeñas grandes gestas ciudadanas que, sin hacer ruido, sostienen el territorio. Quien conozca esa franja mágica del Mar Menor, entre la rambla de El Albujón y el humedal de Bahía Bella, sabe que allí el paisaje respira historia, calma… y, por desgracia, demasiados residuos arrastrados por las escorrentías.
Por eso, esta nueva jornada de limpieza no es un simple gesto ecológico: es un acto de cariño hacia un entorno frágil y a la vez profundamente nuestro. Una cita que une voluntades, administraciones y asociaciones en un mismo pulso: el de recuperar y proteger lo que aún puede salvarse.
El Ayuntamiento de Cartagena y el de Los Alcázares han decidido remar juntos en esta ocasión, apoyando una macro limpieza tanto terrestre como subacuática que ya se perfila como una de las más completas realizadas en la zona. Las personas que quieran sumarse —y que seguro serán muchas— pueden inscribirse a través de este enlace: https://forms.gle/wkn2g5C4K9mJQiqy5.
El nervio de la organización lo ponen la Asociación de Vecinos de Bahía Bella, ARBA Cartagena-La Unión y la Asociación Hippocampus, que llevan semanas afinando cada detalle. De hecho, en la última acción preparatoria, celebrada el martes 11, estuvo presente el concejal delegado de Medio Ambiente, Pablo Braquehais, supervisando sobre el terreno una iniciativa que nace de la colaboración institucional pero, sobre todo, del empuje vecinal.
La jornada arrancará a las 9 de la mañana y se prolongará hasta las 14:30. Habrá un descanso a media mañana con bocadillos —porque no solo de voluntariado vive el cuerpo— y un cierre de altura: una gran paella comunitaria en la que compartir conversación, cansancio, satisfacción y una buena ración de convivencia. Porque estas limpiezas no solo despejan la naturaleza; también tienden puentes entre quienes la defienden.
Todo ello se integra dentro del proyecto ‘Mediterráneo Responsable’, que busca ir más allá de retirar basura. El objetivo es detectar posibles focos contaminantes y comprender mejor cómo afectan al delicado ecosistema del Mar Menor. No es solo limpiar; es mirar de frente el problema, entenderlo y actuar.
Quien participe este sábado no solo dejará un paraje más limpio. También estará dejando un mensaje: que el futuro del Mar Menor se construye con las manos de muchos y la voluntad de todos. Y que el Menhir del Rame, testigo pétreo de tantas eras, merece que esta también la recordemos por haber sabido cuidarlo.









