Restaurante LOS ARROCES DE SALVA

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Hace tiempo que cerró uno de los mejores restaurantes del centro de Cartagena. Se llamaba Las Rejas, ocupando un precioso edificio histórico, en una calle poco transitada.

El interior era espectacular, con un patio de bienvenida con mesas alrededor de una pequeña fuente estanque con pececillos de colores. Pero lo más fascinante era el interior, alguna de las paredes eran muros romanos. Sus salones invitaban a la relajación. Disponía de una segunda planta reservada para tomar una copa en un ambiente tranquilo y sosegado, donde el tiempo se ralentizaba.

La especialidad del Restaurante, durante su último periodo de actividad, eran los arroces. Arroces poco frecuentes, como puede ser arroz con rabo de toro, entre otros. Sin duda, un placer para los sentidos.

Pues bien, quizás fue el destino o una mera casualidad, pero este verano coincidimos con el antiguo camarero de aquel magnífico restaurante. Nos dijo que su antiguo jefe, el gran arrocero, había abierto un restaurante el Los Belones, con el nombre de Los Arroces de Salva.

Está ubicado en la antigua terraza de la Garnacha, y fue toda una sorpresa ver que, además de arroces, hacían pesacados y espetos. También disponen de una fabulosa cocina de leña, pudiendo ver todo el proceso.

Nada más entrar al recinto, podemos ver una barca con una gran hoguera de leña, y espetos clavados en la arena de la barca, haciéndose poco a poco.

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Nosotros fuimos a cenar, así que dejamos los arroces para otro día para comer. Nada más sentarnos, nos pusieron el pan con un pequeño mortero de sobrasada. Vamos a ir describiendo lo que allí probamos.

Para empezar, nos sirvieron una ensalada fresca de langostino. La combinación de aguacate con langostinos y bocas de mar es perfecta, acompañada de lechuga con una suave salsa rosa.

Probamos unas marineras, realizadas con cuidado. Utilizando un sabrosa ensaladilla con anchoa de calidad media y aportando un elemento nuevo, el medio tomate cherry.

La sepia entera en salsa Mery y toque de Módena, fue la mejor elección. Nunca habíamos probado esta receta, y nos encantó. Un entrante muy sabroso. La sepia estaba en su punto, aderezada con una salsa casi adictiva.

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También probamos el calamar nacional espetado, así como la pata de pulpo espetada. Una manera de cocinar a la que, por estos lares, no estamos acostumbrados. El calamar estaba perfecto, muy sabroso. Y la pata de pulpo estaba muy bien presentada, en su punto de sal. El único fallo achacable es que al servirlos, estaban bastantes fríos sendos platos. Una pena, ya que hubiera sido de sobresaliente.

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Para terminar, nos pasamos a probar un plato de carne, y así tener un espectro más amplio del restaurante.

De las opciones, optamos por el costillar de cerdo. Bien presentado, estaba tierno y jugoso. Con una sabrosa salsa.

Esa noche terminamos contentos, pero nos quedamos con la gana de probar uno de esos rodaballos espetados, con una pinta estupenda. Con lo que días después regresamos, pero esta vez solamente íbamos con la idea de probar el rodaballo y marcharnos. Pues bien, para nuestro gusto, hay mejores formas de cocinar un rodaballo. Por ejemplo a la plancha con un refrito de ajos, o quizás al horno. Entendemos que el rodaballo espetado, a simple vista apetezca. Quién no ha visto esas películas de oeste, donde hacían una fogata y con un palo atravesando un pez, lo cocinaban y lo devoraban a la velocidad del rayo.

Nosotros lo encontramos un poco insípido. Otra cosas que echa un poco para atrás es que el pescado lo presentan en el plato tal cual, sin abrir ni separar los lomos. Tienes que hacerlo Tú.

Tenemos que confesar que volvimos al restaurante, esta vez a probar un de los arroces, que también puedes llevar a casa. Es difícil elegir entre tanto tipo de arroz. Unos amigos se llevaron a casa un arroz de carrillera ibérica al chocolate. Parece que les encantó. También probaron el arroz con bogavante, poniéndolo a la altura del antiguo restaurante Virgen del Mar del Puerto de Mazarrón.

Nosotros probamos el arroz de conejo y caracoles. No os penséis que es la receta típica que puedes encontrar en la Región de Murcia, es totalmente diferente. Está claro que la base es la misma, pero en esta receta le echan albahaca, dándole un sabor totalmente diferente al arroz.

La idea de los propietarios es abrirlo durante todo el año, e incluso nos comentaros su intención de crear espacios cerrados. Sería un gran acierto, ya que, al menos este verano, comer a medio día era tarea difícil por la gran cantidad de moscas que acuden al olor de una gran comida.

A continuación os dejamos su carta y un enlace a su página web

Críticos de Cocina

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