La Junta Municipal de Isla Plana-La Azohía ha vuelto a poner sobre la mesa una de las reclamaciones más reiteradas por los vecinos: la necesidad de contar con espacios públicos que respondan a la realidad social del territorio, especialmente para jóvenes y familias. Lo hizo esta semana en una sesión plenaria presidida por Ana Agustina Martínez (PP), en la que salieron adelante varias mociones centradas en el ocio, el deporte y el estudio.
Por un lado, los vocales de MC lograron el respaldo del pleno a una iniciativa que reclama al Ayuntamiento de Cartagena un plan de actividades deportivas y de ocio de cara al año 2026. Un plan que no se quede en el papel y que tenga como eje principal la ejecución y puesta en servicio de la pista deportiva pendiente en la zona, una infraestructura largamente demandada y cuya demora sigue generando malestar entre los vecinos. La Junta considera imprescindible que esta instalación sea una realidad cuanto antes para dar respuesta a la falta de alternativas deportivas, especialmente para los más jóvenes.
En la misma línea de atender carencias estructurales, el PSOE sacó adelante su moción para instar al Gobierno municipal a la creación de un aula de estudio permanente en el ámbito territorial de la Junta Municipal de Isla Plana, La Azohía y El Campillo. La propuesta plantea aprovechar un espacio municipal ya existente o habilitar uno nuevo si fuera necesario, con el objetivo de ofrecer un lugar adecuado para el estudio y el trabajo académico durante todo el año, algo inexistente actualmente en la zona.
La iniciativa socialista también subraya la necesidad de que el Ayuntamiento de Cartagena preste el apoyo técnico y administrativo necesario para la puesta en marcha y el mantenimiento del aula, garantizando su viabilidad a largo plazo. Además, el acuerdo contempla dar traslado de esta decisión al propio Ayuntamiento, al Área de Juventud y a los colectivos vecinales y educativos afectados, buscando una coordinación real y efectiva.
El pleno dejó claro que Isla Plana y La Azohía no piden grandes proyectos, sino soluciones concretas y urgentes para mejorar la calidad de vida, fijar población y ofrecer oportunidades de desarrollo personal y comunitario. Demandas sencillas, pero fundamentales, que ahora quedan en manos del Ayuntamiento para que no vuelvan a quedar atrapadas en el cajón de las promesas incumplidas.










