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La ciudad de Cartagena cuenta con un sinfín de museos y centros de interpretación, que muestran a los visitantes la dilatada historia de esta ciudad bañada por el Mediterráneo.
Uno de esos museos es el Museo Histórico Militar de Cartagena, situado en el Real Parque y Maestranza de Artillería. Edificio construido durante el reinado de Carlos III, cuyas obras terminaron el 25 de agosto de 1786.
Adentrarte en el museo es hacer un recorrido por la historia de la artillería, desde sus orígenes hasta la actualidad. Recorrer sus salas de cañones, artillería antiaérea, artillería de costa, sala de municiones, deja boquiabierto al visitante, no esperándose ver un museo tan completo.
El parque de artillería de Cartagena vivió momentos históricos donde se tomaron decisiones complicadas como centro de mando en contiendas como la Guerra de la Independencia en 1808, el Trienio Liberal en 1823, la Sublevación Esparteriana en 1844, la famosa Sublevación Cantonal en 1873, y la Guerra Civil en 1939.
Durante el marco de la Sublevación Cantonal, el 6 de enero de 1874, el impacto de un proyectil lanzado desde la batería número 11 que el ejército enviado por Madrid dispuso en la loma de los gallegos, hizo explosionar el polvorín, matando a más 400 personas, la mayoría civiles que estaban refugiándose de los bombardeos. Hoy podemos encontrar una placa, en homenaje a los que allí perdieron la vida, que reza lo siguiente:
“Digámoslo ante todo: si nuestros ciudadanos se levantaron en 1873 frente al gobierno de Madrid, si organizaron expediciones terrestres y marítimas, si sufrieron los trabajos y privaciones de un prolongado asedio, si defendieron animosamente – heroicamente, en ocasiones – las murallas de la ciudad y si resistieron los fuegos de un durísimo bombardeo, no lo hicieron movidos por un patriotismo localista, no por un afán de independencia, sino motivados por una utopía política y social que estimaban válida para todos los españoles y cuyo advenimiento creían acercar con una denodada resistencia”.
Uno de los objetos más sorprendentes que podemos encontrar en el museo, es una máquina Enigma alemana. También sorprende la sala de maquetas que, aunque parece difícil de creer, ha conseguido obtener tres Récord Guinness en 1998, 2004 y 2012. Actualmente cuenta con un total de 3245 piezas. ¡Impresionante!
Nos encanta este museo, tanto por el contenido, como por el edificio que lo alberga. Pero echamos algo de menos, ya que nos encantaría que contase con un restaurante en su interior, con vistas al Patio de Las Herrerías, hoy Patio de Armas. Hay salas no utilizadas que podrían convertirse perfectamente en un local de restauración. Poder disfrutar de una cena en una noche de verano en el Patio de Armas, rodeado de historia dentro de un acuartelamiento del siglo XVIII, sería algo envidiable.
Críticos de Cocina.
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