La ciudad de Cartagena, con su puerto natural y ubicación estratégica, ha sido un enclave vital a lo largo de la historia de España. Leyendo el documento, una profundización en la historia de la alimentación de la Región de Murcia cuya autora es María Cecilia Moreno Béjar, podemos entender que Cartagena no solo fue un centro de actividad económica y naval sino también un hervidero cultural y gastronómico que influenció la dieta mediterránea de la región.
Descubre Cartagena. Una ciudad con mar
Desde los tiempos antiguos, Cartagena ha tenido una relación estrecha con el mar, como demuestran las antiguas factorías dedicadas a la pesca del atún, un pilar en la dieta local. La ciudad no solo era conocida por su pesca sino también por su papel en la conservación de alimentos; el famoso “Garum”, una salsa de pescado altamente apreciada en la antigüedad, tenía en Cartagena uno de sus centros de producción.
La influencia fenicia es palpable en la arqueología y las tradiciones culinarias de Cartagena. Los fenicios, conocidos por su destreza en el comercio marítimo, llevaron productos y técnicas que se incorporaron en la cocina local. Las ánforas de Cartagena, cargadas de productos, se dispersaban por todo el Mediterráneo, evidenciando el papel comercial de la ciudad.
La llegada del garbanzo a Hispania por Cartagena es otro testimonio de su influencia en la alimentación de la península. Este legado se extiende hasta el presente, donde el garbanzo sigue siendo un ingrediente esencial en muchos platos españoles.
Durante la Edad Media, Cartagena enfrentó diversas crisis, pero cada vez emergía como un centro vital de comercio y actividad. El Arsenal de Cartagena, por ejemplo, se convirtió en el núcleo de la ciudad en la primera mitad del siglo XVIII, coincidiendo con un aumento significativo de la población.
En cuanto a la alimentación, los molinos de viento y las norias documentados en los registros históricos muestran la adaptación y la innovación en las técnicas de procesamiento de alimentos y en la gestión del agua, cruciales para la agricultura en un área con un clima tan desafiante.
El siglo XVIII fue un período de gran auge para Cartagena, en parte gracias al tratado de Utrecht de 1713, que reforzó su importancia marítima y militar. Las construcciones neoclásicas y las infraestructuras de la época reflejan la prosperidad y el dinamismo de la ciudad.
Los archivos municipales de Cartagena son una mina de oro de información que permite a los investigadores como María Cecilia Moreno Bejar reconstruir la vida diaria y las prácticas alimenticias de la ciudad y su campo circundante.
Cartagena ha sido y sigue siendo un lugar donde la historia, la cultura y la gastronomía se encuentran. Las investigaciones detalladas en el documento no solo resaltan la importancia de Cartagena en la historia de España sino también su papel en la configuración de la identidad gastronómica de la región. La preservación de este patrimonio es crucial, ya que nos permite apreciar las profundidades de nuestro pasado y, a la vez, celebrar las tradiciones que siguen alimentando nuestras mesas y nuestras almas.
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Interesantes artículos de nuestra gastronomía.
Un placer leelos, cada día más interesantes.
Respuesta de ¿Dónde Comemos? Cartagena
Muchas gracias, el placer es nuestro .
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Descubre Cartagena. Una ciudad con mar
Cada día más interesantes vuestros artículos.
Enhorabuena un placer leerlo.
Gracias.
Tomas Martínez Pagan
Muchas gracias, nos hace mucha ilusión que nos leas. Un saludo.