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Como ya adelantábamos el otro día, este fin de semana Cartagena se celebrarán las Cruces de Mayo y con ellas, la ciudad se llenará de un ambiente festivo donde la música flamenca y las sevillanas imperarán en las calles, mientras miles de personas disfrutarán de un buen tapeo en las distintas barras que los bares montarán en la calle.
Barra que, este año, deben dejar una zona de paso de uno 3,5m de anchura, complicado en algunas calles como, por ejemplo, la calle Honda. Ya veremos cómo solucionan esta normativa de seguridad.
Las barras comenzarán a servir a partir de las 12 del mediodía y dejarán de hacerlo a la 1.30 de la madrugada, con un descanso para respetar la sagrada siesta, estipulada entre las 3 y las 5 de la tarde.
Durante el fin de semana, tendremos la oportunidad de ver un sinfín de conciertos repartidos por toda la ciudad. Además, en estas celebraciones, Cartagena se convierte en Sevilla, no es extraño ver a muchas mujeres vestidas con trajes típicos de la capital hispalense y los rebujitos corren por las barras.
Una pena que no aprovechemos las fiestas para potenciar nuestras costumbres. Con lo bonito que es el traje de cartagenera y lo elegante que es el del hombre, sería una gran oportunidad dar a conocer a los que nos visitan nuestros trajes regionales, que no tienen que envidiar absolutamente en nada a otros de nuestro país.
Cuenta una leyenda que la madre del emperador romano Constantino, Santa Elena, en el año 326, el 3 de mayo, encontró la cruz donde Cristo fue crucificado y debido a esta efeméride, siglos después se celebraría convirtiéndose en las Cruces de Mayo.
Y nuestra ciudad, con un fuerte vínculo a las tradiciones que nos trajo el mundo romano, celebra estas fiestas de una manera significativa. Un fin de semana donde disfrutarás de un ambiente impresionante.
Durante esos días, entrar a un local a tomar algo tranquilamente es, sencillamente, imposible. Alguno locales, incluso, se atrincheran tras las barras colocadas en sus puertas y no puedes entrar ni para desalojar fluidos. El ayuntamiento instala baños portátiles para solventar el problema, pero es inevitable que algún listillo haga sus necesidades allá dónde considere necesario, dejando algunas zonas intransitables por olores inapropiados. Un poco más de civismo, por favor.
La típica marinera, nacida en esta misma ciudad fruto de un casual encuentro entre marineros de reemplazo y un avispado camarero que les sirvió aquel día, es sin duda la tapa que más se sirve durante las fiestas. Fácil de elaborar y fácil de comer. A parte de la marinera, creemos que tampoco puede faltar en el tapeo de las Cruces de Mayo, los Michirones, plato típico de nuestra comarca que se remonta, según algún que otro estudio, a los fenicios y que hoy, suponemos que bastante modificado, perdura en el tiempo. El pulpo a la cartagenera tampoco debería faltar. Enfocar el tapeo al mar sería un buen reclamo, cucuruchos de chirrete frito, cazón en adobo, boquerones, o unos chopitos, les daría a las fiestas un enfoque más de aquí, independientemente de la música que suene.
Una cosa está bastante clara, ya sea con el formato que sea, las Cruces de Mayo de Cartagena son un éxito indiscutible, una excusa para desplazarse a la ciudad y disfrutar de ese singular ambiente donde, por unos días, Cartagena es más andaluza que cartaginense, ea.
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