El Cerro del Molinete, esa colina que ha acompañado a Cartagena desde tiempos cartagineses y romanos, encara un nuevo capítulo con la puesta en marcha de su Plan Director. El Ayuntamiento ha sacado a concurso la redacción de este documento, que marcará las pautas para conservar, integrar y dar vida a uno de los lugares más emblemáticos del casco histórico. El contrato cuenta con un presupuesto base de 60.000 euros, aportados por la Comunidad Autónoma a través de la Consejería de Cultura, y un plazo de ejecución de nueve meses. En este proceso, se primará la solvencia técnica frente a la oferta económica, con el fin de garantizar el máximo rigor en las propuestas.
La alcaldesa, Noelia Arroyo, subrayó que el Molinete es “una pieza clave en la historia y la identidad de nuestra ciudad” y que se necesita un plan que defina su futuro, que proteja sus valores culturales y paisajísticos y que lo integre plenamente en la vida urbana. El cerro ya cuenta con espacios musealizados como el Barrio del Foro Romano y el parque arqueológico de la cima, y se trabaja en la Morería para convertirla en un nuevo eje peatonal. Sin embargo, todavía quedan pendientes zonas como las laderas norte y oeste, que exigen soluciones que combinen la preservación patrimonial con la integración en el tejido urbano.
El Plan Director recopilará documentación histórica, arqueológica, urbanística y medioambiental para diagnosticar el estado del cerro y proponer actuaciones. Se dividirá en tres fases que abarcan los estudios previos, el análisis de la situación actual y las propuestas finales de conservación, restauración y gestión. Con este documento se sentarán también las bases para la revisión del Plan Especial de Ordenación y Protección del Conjunto Histórico.
Más allá del plano técnico, el Molinete despierta también un anhelo cercano: recuperar la vida en su parque con la reapertura del bar. Volver a tapear, tomarse una cerveza y disfrutar de las vistas mientras se pasea entre vestigios arqueológicos es una idea que seduce a muchos vecinos, que sueñan con un espacio que sea al mismo tiempo patrimonio y lugar de encuentro. El futuro del Molinete se decidirá en los próximos meses, con la posibilidad de que esta colina vuelva a unir la grandeza de la historia con la sencillez de compartir una caña al sol.