Cartagena ya tiene sobre la mesa el proyecto de presupuestos municipales para 2026. Ha sido aprobado inicialmente por la Junta de Gobierno Local y, más allá de las cifras, deja un mensaje político claro: avanzar sin estridencias, consolidar lo iniciado y mantener el pulso inversor sin comprometer la estabilidad financiera. Así lo expresó la alcaldesa, Noelia Arroyo, al término de la reunión, subrayando que las cuentas reflejan el compromiso del equipo de gobierno con el progreso de la ciudad, la mejora de los servicios públicos y el respaldo a familias y empresas, incluso en un contexto marcado por decisiones económicas ajenas al ámbito municipal.
El presupuesto asciende a 276,6 millones de euros y crece apenas un 0,76%, un aumento contenido que permite mantener unas cuentas saneadas, cumplir con el techo de gasto y, al mismo tiempo, seguir reduciendo deuda y bajando impuestos. Las previsiones incluyen un superávit de 4,5 millones de euros y sitúan la deuda municipal en el 26%, muy lejos del límite legal del 110%, una cifra que el gobierno local exhibe como aval de su gestión económica.
La inversión vuelve a ser uno de los ejes centrales. A los más de 66,7 millones de euros actualmente en ejecución se suman otros 15,4 millones previstos para el próximo ejercicio, lo que eleva el acumulado desde 2023 por encima de los 91,5 millones. En ese mapa inversor figuran proyectos de largo recorrido y fuerte carga simbólica y patrimonial, como el Anfiteatro Romano, la musealización del submarino Tonina o la ampliación de la planta de tratamiento de residuos, actuaciones que combinan recuperación histórica, sostenibilidad y proyección turística.
Todo ello, recordó la alcaldesa, asumiendo costes que no dependen del Ayuntamiento, como la subida salarial de los empleados públicos, que supone un impacto adicional de 9 millones de euros. Aun así, el presupuesto logra incrementar la inversión, reforzar servicios y proteger la economía de los vecinos. “Hemos crecido todo lo que el techo de gasto nos permite, sin renunciar a nuestras prioridades”, resumió Arroyo, enumerando un guion que se repite a lo largo de las cuentas: más seguridad, más vivienda, más empleo, menos impuestos y mayor capacidad de decisión para barrios y diputaciones.
La seguridad ciudadana consolida su peso como una de las grandes apuestas. El despliegue territorial de la Policía Local continúa con la apertura del nuevo cuartel de Los Dolores el próximo año y el inicio de las obras en La Aljorra. Se refuerzan también servicios esenciales como el salvamento y socorrismo en playas, dotado con 1,5 millones de euros, y se amplía la red de videovigilancia, que alcanzará en breve las 400 cámaras distribuidas por el municipio.
La vivienda mantiene el protagonismo adquirido en el ejercicio anterior. Desde el refuerzo de la oficina municipal, con una dotación de 250.000 euros, hasta los proyectos de construcción en zonas como La Concepción, San Ginés o Finca Buenos Aires, el presupuesto busca dar respuesta a una de las principales preocupaciones sociales. A ello se suma el anuncio de que en enero se llevará al pleno la modificación del Plan General de Ordenación Urbana, que permitirá habilitar suelo para hasta 80.000 viviendas, junto con la continuidad del programa de ayudas a excavaciones arqueológicas en solares destinados a uso residencial, dotado con medio millón de euros.
Todo este impulso inversor se acompaña, según el gobierno local, de una reducción de la presión fiscal. Se mantienen la congelación del IBI, la prórroga de la Tasa Cero para negocios, la gratuidad de las guarderías municipales y el aumento de bonificaciones. Una política fiscal que Arroyo contrapuso a la de otras administraciones: mientras unos suben impuestos, el Ayuntamiento apuesta por aliviarlos y facilitar la actividad económica.
El capítulo de empleo y formación gana peso con un incremento del 30% en el presupuesto de la Agencia Local de Desarrollo y Empleo, que rozará los cinco millones de euros para adaptarse a las necesidades de las nuevas industrias. En paralelo, la descentralización da un salto significativo con una dotación de ocho millones de euros para Juntas Municipales y Distritos, más del doble de lo que gestionaban en 2023, y con la creación de nuevos órganos de participación territorial.
Turismo y cultura refuerzan su papel como elementos de identidad y proyección exterior. Puerto de Culturas, coincidiendo con su 25 aniversario, eleva su presupuesto hasta los 2,7 millones de euros, con un aumento del 27% en la aportación municipal, destinada a poner en marcha nuevos espacios visitables como el Anfiteatro, la Casa Natal de Isaac Peral o la Batería de San Leandro. El área cultural suma además 250.000 euros adicionales para reforzar la programación local y la presencia de Cartagena en foros nacionales, con iniciativas como la Bienal de Fotografía de alcance internacional, la participación en la Semana del Arte de Madrid o el lanzamiento de un Festival del Modernismo, junto a una programación especial para la Cuaresma.
El presupuesto mira también a las generaciones más jóvenes y a la conciliación familiar. El programa T-La de ocio alternativo duplica su dotación hasta los 150.000 euros, mientras que la red de escuelas infantiles gratuitas alcanzará las 1.000 plazas con la apertura del nuevo centro del Parque de la Rosa, construido con una inversión de 1,6 millones. En el ámbito social, las políticas de atención a mayores y personas vulnerables mantienen su peso, con 6,5 millones para la ayuda a domicilio, la ampliación de plazas en los centros de día de Los Dolores y El Algar y programas de acompañamiento vecinal que ya implican a cientos de personas.
Más allá de las grandes cifras, las cuentas incluyen actuaciones destinadas a mejorar la vida cotidiana en los barrios: un millón de euros para la adecuación de Monte Sacro, con nuevos espacios deportivos, zonas verdes y áreas de convivencia; inversiones en eficiencia energética en centros sociales, combinando fondos europeos y municipales; y mejoras en el campamento de Carthagineses y Romanos, uno de los escenarios festivos más emblemáticos de la ciudad.
En ese contexto, Arroyo reivindicó el grado de cumplimiento del acuerdo de gobierno ‘Comprometidos por Cartagena’, asegurando que la mayoría de sus proyectos estratégicos están ya en marcha o finalizados. Un presupuesto, en definitiva, que no busca titulares grandilocuentes, sino consolidar una hoja de ruta basada en la estabilidad, la inversión sostenida y una gestión que pretende mejorar, paso a paso, la vida en Cartagena.










