Caminando para llegar desde casa al pabellón de deportes de Cartagena, la mítica Bombonera, casi siempre paso por Ángel Bruna para luego desviarme a la izquierda por la acera de la Factoría de la Armada y encarar hacia el pabellón.
Esta vez no todo estaba como debía estar, había algo que llamó mi atención. La persiana de la cafetería Molina estaba echada. Pensé que había cerrado, como tantos otros bares de toda la vida que, por diferentes causas, cesan su actividad; algo que le ha pasado al restaurante cercano Carpe Diem.
Nada más lejos de la realidad, sino todo lo contrario, está ampliando el local anexando el bajo que dejó la pastelería Piensa en dulce. Así que, próximamente levantará otra vez su persiana, pero esta vez lo hará reconvertido en la Bodega – Cafetería – Gastrobar – Molina.
Un lugar donde poder disfrutar de un buen tapeo. Marineras y sus derivadas y variaciones, ensaladilla de marisco y gambas o rollito de salmón y marisco son algunas de las tapas para abrir boca que podremos disfrutar en la nueva bodega Molina.
Cuenta con un tapeo variado donde llama la atención, los buñuelos de mousse de pato con manzana, el pan bao de rabo de toro con salsa kimchie o las patatas La Bodega Molina, unas patatas con salsa ranchera, queso fundido, jamón ibérico, huevo frito y trufa negra, toda una combinación de ingredientes que en su conjunto debe ser una maravilla culinaria.
Platos más contundentes también nos esperan con impaciencia, como la carrillera de cerdo al vino tinto, entre otros. Además de todo esto, también puede elegir entre varias tostas como la de pimientos de piquillo, ventresca de atún y mermelada de tomate o la de secreto de cerdo con mermelada de tomate y queso manchego con crujiente de cebolla.
Os dejamos la carta para que para que os la descarguéis y podáis ir con la lección aprendida al nuevo local de la calle Ángel Bruna.
Con esta ampliación, la calle en su primer tramo comprendido entre el paseo de Alfonso XIII y la Avenida Reina Victoria, recupera un local de hostelería tan necesario en la zona, recordemos que no hace mucho cerraba el restaurante Carpe Diem, junto al supuesto palacio de Justica de Cartagena, y así, precisamente cubrir las necesidades de los trabajadores de la zona y, por supuesto, las necesidades de ocio del resto de ciudadanos que, a veces, huimos del centro en busca de lugares como la Bodega Molina.
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